Tomado por sorpresa: el despertar espiritual llega a la ciudad natal de un historiador

Por Jeff Finley

El miembro de la Iglesia Metodista Libre de Wilmore, Mark R. Elliott, Ph.D., conoce de historia. La enseñó durante años en el colegio Wheaton y en las universidades de Samford, Southern Wesleyan y Asbury. Como fundador y editor emérito del Informe de la Iglesia y Ministerio East-West, también sabe cómo informar sobre la actualidad de la iglesia.

Sin embargo, el día en que la historia de la iglesia moderna llegó a su pequeña comunidad de Kentucky, Elliott salió a las 5 a.m. del 8 de febrero para conducir hasta Florida con su esposa para pasar unos días en un campamento cristiano y luego visitar a su familia. Conducían por la Interestatal 75 cerca de la frontera entre Tennessee y Georgia cuando comenzó un servicio de capilla aparentemente típico en su alma mater de pregrado, la Universidad Asbury de Wilmore. No se enteraron hasta el día siguiente de lo que estaba sucediendo cuando el presidente del campamento pidió oración para que el Espíritu Santo obrara poderosamente durante un avivamiento espontáneo que había estallado entre los estudiantes de Asbury.

“A mi esposa y a mí nos costó estar fuera del estado cuando estalló el avivamiento, y lo seguíamos diariamente tanto como podíamos: a veces varias horas cada noche, mirando artículos y algunas transmisiones en vivo, incluso transmisiones en vivo pirateadas”, dijo Elliott en una entrevista con Luz y Vida. (pirateado refiere a la decisión de los líderes universitarios de no transmitir en vivo la mayoría de los servicios en el Auditorio Hughes y disuadir a otras personas de hacerlo). “Sentimos que necesitábamos quedarnos con nuestra familia por algunas razones familiares”.

La pareja no salió de Florida hacia Kentucky hasta el 20 de febrero, y Elliott dijo que “en cierto modo se lamentó por no haber estado allí todo el tiempo”.

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«Comenzó a escribir como el historiador experimentado que es».

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Aun así pudieron servir como ujieres voluntarios en el Auditorio Hughes durante las últimas tres noches de servicios. Luego, el historiador se puso a trabajar para documentar el período de intenso despertar espiritual y adoración comúnmente conocido como el Derramamiento de Asbury o el Avivamiento de Asbury. Entrevistó a administradores, profesores y otros miembros del personal de la Universidad de Asbury y del Seminario Teológico de Asbury (una institución separada al otro lado de la calle de la universidad), junto con otros participantes del avivamiento. Leyó innumerables artículos de noticias, blogs y publicaciones en redes sociales junto con relatos de avivamientos anteriores en el campus, y comenzó a escribir como el historiador experimentado que es.

El resultado es el nuevo libro de Elliott de 238 páginas. “Taken by Surprise: The Asbury Revival of 2023 [Tomado por sorpresa: el avivamiento de Asbury de 2023]” que es publicado por Seedbed. El libro detalla la inesperada “combustión espiritual espontánea” que comenzó el 8 de febrero entre los estudiantes de la universidad junto con las largas horas y los esfuerzos heroicos de los miembros del personal y los voluntarios de Asbury para manejar las multitudes masivas que inundaron la comunidad de 6.000 residentes.

“Me sentí tan obligado a escribir”, dijo Elliott. “Nunca he escrito tan rápido: mañana, tarde y noche durante casi tres meses porque sentí un sentido urgente de responsabilidad de compartir todo lo que pudiera con una audiencia tan grande como pudiera”.

Elliott dijo que “entrevistó a varios estudiantes” y “eligió no utilizar los nombres individuales de los estudiantes a menos que publicaran algo en el colegiado [periódico estudiantil] o en otro lugar, porque sentí que quería respetar su confidencialidad”.

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«Estaban tratando de comprender que había golpeado a Wilmore». – Mark R. Elliott

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Dijo que muchos de estos estudiantes no venían “de una tradición revivalista – incluso si venían de hogares cristianos fuertes – y entonces esto era nuevo para ellos, y lo estaban analizando en un contexto seguro, y algunos de los profesores eran bastante útil para los estudiantes que estaban tratando de comprender que había golpeado a Wilmore, porque no estaban familiarizados con un avivamiento espontáneo. ¿Cuántas personas lo son? Algunos de los estudiantes con los que hablé, en el transcurso de los 16 días, llegaron a apreciarlo y fueron enormemente bendecidos por ello”.

Añadió que “obviamente, hubo una variedad de reacciones entre los estudiantes y en verdad, como lo documenta el libro, uno de los grandes desafíos de la administración fue equilibrar lo que el presidente llama la responsabilidad fiduciaria de la administración de brindar una educación cristiana y, sobre todo, en contra de eso, estaban literalmente miles y decenas de miles de personas que llegaron a Wilmore.

Dijo que la administración de la universidad reconoció “que este es un momento kairós, y es importante ser lo más buen anfitrión y hospitalario posible”.

Dentro y fuera

Algunos escépticos podrían preguntarse: ¿Puede un exalumno y ex profesor de la Universidad de Asbury ofrecer un relato equilibrado y objetivo de lo que ocurrió en el campus?

Elliott luchó él mismo con esa pregunta y la abordó en el prefacio del libro y en la entrevista de Luz y Vida.

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«Creo que esas experiencias de vida me han dado la posibilidad de ser un observador tanto del exterior como del interior». – Mark R. Elliott

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“Me interesan dos palabras que se usan en antropología: emic y etic. Emic significa estudiar algo desde adentro y etic significa estudiar algo desde afuera”, dijo a Luz y Vida. “Creo que tengo algo de perspectiva tanto interna como externa, lo que espero me ayude a darme quizás un poco más de objetividad que alguien que está 100% inmerso en Wilmore y nada más. Enseñé más años en otras escuelas que en Asbury. He pasado muchas décadas en proyectos ministeriales en la ex Unión Soviética y Europa del Este que me han permitido conocer la ortodoxia oriental, por ejemplo. Entonces creo que esas experiencias de vida me han dado la posibilidad de ser un observador tanto del exterior como del interior”.

Si bien él ha vivido y trabajado durante muchos años en otros lugares, Elliott tiene un gran conocimiento sobre la comunidad de Wilmore y la universidad, a diferencia de muchos otros escritores que informaron sobre el avivamiento.

“Tenemos muchos familiares que asistieron a Asbury. De hecho, nuestras raíces se remontan a la década de 1920. Mi abuela se mudó con la familia a Wilmore desde el sureste de Kentucky para que mi madre y mi tía pudieran asistir a Asbury”, dijo Elliott.

Con sus conocimientos como miembro de la comunidad y a través de extensas entrevistas, Elliott incluyó muchos hechos y detalles que los periodistas de fuera de la ciudad pasaron por alto.

Algunos residentes de Wilmore se quejaron de las multitudes, pero Elliott le dijo a Luz y Vida que “la mayoría de los residentes de Wilmore fueron de mucho apoyo. El alcalde, Harold Rainwater, le preguntó a Leonard Fitch, propietario de IGA en la ciudad, si quería ayuda para limpiar el estacionamiento de las personas que venían al avivamiento e impedían que otros compraran en su tienda de comestibles. Él dijo: ‘Oh, no, he estado orando por esto’”.

Elliott agregó que el presidente del seminario, Timothy Tennent, le dijo que una mujer entró al edificio administrativo del seminario y se acercó a Tennent. “Ella nunca ha tenido ninguna conexión con la universidad o el seminario, apareció con su aspiradora y le preguntó al Dr. Tennent: ‘¿Hay algo que pueda hacer para ayudar? Y él estaba tan anonadado que la llevó a la capilla Estes, uno de los muchos lugares desbordados, y ella barrió la alfombra. Eso simplemente tocó mi corazón”.

Respondiendo a las críticas

Si bien se puede encontrar mucha información sobre el avivamiento en línea, algunos informes son representaciones inexactas de personas externas que se presentaron en Asbury y trataron de aumentar su fama o mejorar su reputación al afirmar un papel en lo que estaba sucediendo. Los comentarios en línea incluyen críticas incendiarias de personas que se oponen al cristianismo evangélico y también de otros evangélicos que no están de acuerdo con la perspectiva teológica wesleyano-arminiana de la universidad y el seminario.

“Para empezar, ni siquiera estaba pensando en las críticas”, dijo Elliott. “A medida que vi más y más cosas, especialmente en YouTube, que eran críticas, desarrollé una motivación adicional para responder a las críticas”.

Si bien responder a los “críticos, de izquierda y de derecha” no es un punto principal, el libro incluye el “Apéndice A: Una crítica de los críticos”. El apéndice comienza señalando: “Históricamente, los despertares espirituales en lo típico han atraído a elementos marginales que han dado mala fama a estos movimientos. Incluso una predicación bíblicamente sólida, si se imparte de una manera poco habitual, puede generar objeciones por parte de los tradicionalistas. Muchos anglicanos del siglo XVIII, por ejemplo, se escandalizaron por la predicación de campo de John Wesley y la emoción que a menudo acompañaba la conversión de los pobres y cargados de Inglaterra. Tanto fue así que los primeros metodistas llegaron a ser encasillados peyorativamente como “entusiastas”. Lo mismo se aplica a los despertares espirituales de Asbury”.

La familiaridad de Elliott con otras corrientes del cristianismo le ayudó a comprender y responder a las críticas de Asbury.

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«otro sello distintivo de un derramamiento genuino del Espíritu de Dios son los testimonios de confesión, arrepentimiento y perdón». – Mark R. Elliott

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“He estado expuesto a una variedad de perspectivas teológicas durante mis muchos años enseñando en otros lugares e incluso en otros países”, dijo.

En el libro, Elliott señaló que “otro sello distintivo de un derramamiento genuino del Espíritu de Dios son los testimonios de confesión, arrepentimiento y perdón”, y estas cosas “no son el pasatiempo natural de la humanidad típicamente orgullosa y ensimismada”. Sin embargo, “el Colegiado, cual es dirigido por estudiantes de Asbury estuvo lleno de relatos de contrición y de una vida nueva o más profunda en Cristo durante todo febrero de 2023”.

Participación de ML

En el libro y su conversación con Luz y Vida, Elliott hizo referencia a los esfuerzos de múltiples individuos metodistas libres y su iglesia local durante el avivamiento. El libro documenta “furgonetas de la Iglesia Metodista Libre llamadas al servicio para transportar a los visitantes al campus. … Sólo de la Iglesia Metodista Libre de Wilmore llegaron conductores de camionetas de estacionamiento remoto, al menos media docena de consejeros del altar y Keith Madill, un administrador escolar jubilado que limpiaba baños en Hughes. Cuando se le preguntó cuál fue el punto culminante del avivamiento para él, la respuesta fue: “Estoy encantado de estar aquí para ayudar”. El pastor principal metodista libre Daryl Diddle y su esposa, Annette, se encontraban revisando las maletas cerca de las escaleras de Hughes y el pastor asociado Dwight Winter se ofrecieron como voluntarios como conductores del autobús”.

Elliott añadió: “Uno de los asistentes habituales de los Metodistas Libres de Wilmore es el Dr. Jonathan Raymond, presidente retirado de la Universidad Trinity Western de Columbia Británica. Al comienzo del despertar espiritual, se centró en la oración intercesora en su casa, pero ‘no podía permanecer alejado’. Pasó algún tiempo en Hughes, pero más a menudo caminaba entre la larga fila de visitantes ofreciendo aliento a los que esperaban entrar al Auditorio Hughes”. El libro comparte varios de los encuentros de Raymond con personas, incluido él, que oraban con una familia “que enfrentaba serias fricciones entre padre e hijo, una familia que experimentó cierto grado de sanidad y restitución a través de la oración de este presidente retirado”.

Elliott le dijo a Luz y Vida que Sam y Rachel Powdrill, una pareja mencionada en el libro, también son metodistas libres. El libro señala que se encontraban entre los residentes de Wilmore que acogieron invitados con poca antelación y alojaron a 25 durante la noche, “ninguno de los cuales hablaba inglés”.

El presbítero metodista libre Jerry Coleman, director de la Sociedad Internacional Francis Asbury, se menciona en varios capítulos. Elliott señaló que Coleman “sirvió como consejero del altar todos los días durante dos semanas” e informó que “las personas aceptaron a Jesús por primera vez, otras entregaron sus voluntades e invitaron al Espíritu Santo a llenarlos” y las personas “experimentaron una paz muy, muy profunda con Dios”.

La metodista libre con más menciones en el libro parece ser la vicepresidenta de vida estudiantil y decana de estudiantes de la Universidad de Asbury, Sarah Baldwin, quien también es presbítera ordenada en la denominación. El libro informa que, después de “recibir un mensaje de texto durante el almuerzo en la cafetería ese miércoles indicando que algunos estudiantes todavía estaban orando en Hughes”, pronto “se vio sumergida en apoyar una adoración generada por estudiantes que parecía no tener fin”. Cuando los líderes de Asbury decidieron permitir que el Auditorio Hughes permaneciera abierto para el culto nocturno del 8 al 9 de febrero, “Dr. Baldwin procedió a reclutar personal para armar turnos de dos horas hasta altas horas de la madrugada”.

En la conversación de Elliott con Luz y Vida, enfatizó la importancia de los esfuerzos de Baldwin.

“Sarah Baldwin fue una de las figuras clave del Derramamiento, y de paso mencionaré que mi esposa y yo hace apenas dos noches escuchamos y vimos un video de su presentación en Orlando”, dijo Elliott, refiriéndose a su mensaje como oradora destacada de la mañana del segundo día de la Conferencia General de 2023. (Haz clic aquí para ver el mensaje de Baldwin).

El agradecimiento es mutuo. Al respaldar el libro de Elliott, Baldwin escribió: “Como investigador y autor experimentado, cubre los hechos del Derramamiento de Asbury tanto en la plataforma como detrás de escena. ¡Tengo una enorme deuda de gratitud con el Dr. Elliott por documentar la historia de cómo Dios se movió!”

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