Los metodistas libres somos primero y ante todo un pueblo del reino. Sin embargo, a lo largo de la historia de la iglesia, Dios ha levantado distintos movimientos como el nuestro para enriquecer a todo el cuerpo de Cristo. Por lo tanto, construyendo sobre los legados de Juan Wesley y B. T. Roberts y sin dejar de discernir en dónde Dios se está moviendo hoy, nuestra identidad se conforma por valores que representan tanto nuestra historia como nuestras aspiraciones. De los muchos valores que mantenemos profundamente el día de hoy, estos cinco permanecen como el corazón de nuestro movimiento. Nosotros los consideramos como un todo; cada uno mantiene un equilibrio necesario con los otros. En un tiempo de polarización creciente en nuestra nación, nos resistimos a alinearnos con el fundamentalismo y el liberalismo teológico, no a partir de un espíritu de tregua, sino de un compromiso radical con lo que Juan Wesley llamó “la vía media”. Por lo tanto, tomamos el evangelio con seriedad y basamos nuestras convicciones en la verdad de Cristo, en lugar de dejarnos llevar por las posturas polarizadas de este mundo. Lo llamamos El Estilo Metodista Libre.

Santidad Vivificante

 

El llamado de Dios a la santidad nunca tuvo la intención de ser una carga, sino un regalo que nos libera para una vida abundante porque nos rescata del poder destructivo del pecado.

Todos los que han nacido de nuevo han sido justificados por Dios a través de la obra de Jesucristo; a la vez han sido llamados a la experiencia de la plenitud de la presencia del Espíritu Santo. Perdonados y plenos, nos acercamos a la vida con la confianza de que somos aceptos por Dios, aunque Él continúa transformando nuestro carácter y comportamiento para ser más y más como Cristo. La santidad vivificante es el fruto de una entrega plena al amoroso gobierno de Dios sobre cada aspecto de nuestras vidas, estableciendo dentro de nosotros el amor que es verdadero amor.

Dejando atrás el legalismo que una vez obstaculizó nuestro movimiento, El Estilo Metodista Libre invita a cada creyente a adherirse a la obra salvadora del Espíritu Santo que nos empodera para amar y servir a Dios y a los demás en gozosa obediencia.

 

Justicia Impulsada por Amor

 

El amor es la manera en que demostramos el deseo de justicia de Dios al valorar la imagen de Dios en todos los hombres, las mujeres y los niños, actuando con compasión en favor de los oprimidos, resistiendo la opresión y administrando la creación.

Nos comprometemos con las profundas convicciones de nuestros fundadores con respecto a la injusticia; ellos tomaron partido en contra de la esclavitud, la opresión de los pobres, la marginación de las mujeres y el abuso del poder en la iglesia. Nuestro anhelo de justicia continúa y se amplía el día de hoy, impulsado por el santo amor de Dios por los nonatos, los vulnerables, oprimidos, marginados, y las personas de todas las razas y etnias.

El Estilo Metodista Libre no es solo para tener una mejor sociedad, sino también para que todos puedan ser reconciliados con Dios y con su prójimo, de tal manera que reflejen el carácter justo de Dios.

Multiplicación Impulsada por Cristo

 

El evangelio de Jesucristo (es decir, el mensaje que Él proclamó, la vida que Él vivió, y el ministerio que Él practicó) puso en acción un movimiento redentor destinado a llenar toda la tierra.

El enfoque de Jesús en el discipulado fue principalmente relacional por cuanto Él dedicó la mayor parte de su tiempo a unos pocos con la expectativa de que ellos seguirían su ejemplo. Su objetivo no era solamente la transmisión de información, sino también la transformación de vidas por medio del empoderamiento de aquellos que le seguían para hacer lo que Él había estado haciendo. Su misión es ahora nuestra misión. Creemos que este movimiento redentor de la multiplicación se aplica a cada creyente y debe permear nuestra cultura metodista libre en todos los niveles: los creyentes alcanzando a los no creyentes, los discípulos haciendo discípulos, los líderes desarrollando líderes, las iglesias plantando iglesias y los movimientos formando movimientos.

El Estilo Metodista Libre nos permite ver cómo el reino de Dios se expande exponencialmente mientras las personas comunes y corrientes son equipadas por el poder de Dios para hacer cosas extraordinarias.

Colaboración Intercultural

 

Desde el principio, la intención de Dios era tener un pueblo de toda nación, cultura y etnia; un pueblo unido en Cristo y comisionado para llevar su obra al mundo.

Hoy celebramos la belleza de una iglesia multicolor y multiétnica, tanto en los Estados Unidos como en más de 100 países alrededor del mundo. En los Estados Unidos nos adherimos a la promesa de que somos hechos uno en Cristo y, a la vez, nos comprometemos a ser una iglesia más diversa que se ve como el reino de Dios. Globalmente, continuamos enviando misioneros a otras naciones, aunque nos regocijamos de que las naciones increíblemente están cada vez más viniendo a nosotros. Al compartir libremente nuestros dones y recursos, también somos desafiados e inspirados por la fidelidad, la perseverancia, la oración incesante, las ideas teológicas y la sabiduría de nuestros hermanos y hermanas de otras partes del mundo. Sin duda alguna, somos mejores si estamos juntos.

El Estilo Metodista Libre aspira dejar atrás el colonialismo y el etnocentrismo, en favor de un compañerismo colaborador en la obra global de Dios en anticipación del día cuando una gran multitud de toda lengua, tribu, pueblo y nación se convierta en la multitud eterna ante el trono de Dios (Apocalipsis 7:9).

Revelación Otorgada por Dios 

 

Nos adherimos sin fluctuar a nuestra convicción de que la Biblia es la Palabra inspirada de Dios y nuestra autoridad final en todo lo que tiene que ver con la fe y la práctica.

Sin abandonar nuestro legado wesleyano de interpretar la Escritura a través de los lentes de la tradición, la razón y la experiencia, mantenemos la Escritura en primer lugar. La iglesia siempre tendrá la tarea de comunicar con autenticidad y relevancia las verdades bíblicas con sensibilidad a las dinámicas culturales; sin embargo, no subyugamos las verdades eternas de la Biblia a las normas culturales o las tendencias sociales.

El Estilo Metodista Libre tiene la finalidad de alinear totalmente nuestras vidas y nuestro movimiento con el inconmovible fundamento de la Palabra de Dios.