Paz en todo momento

Por ​Jennifer Lien

El Día de Acción de Gracias de este año, pasé mi tiempo en el hospital con una familia que se despedía de su hijo y hermano de 22 años. En un día para dar gracias por las bendiciones, era difícil para ellos estar agradecidos. La parte más difícil de pastorear es guiar a las familias a través del dolor y decirles que hay paz en Dios.

¿Cómo hay paz en todos los tiempos? ¿Cómo va a tener paz una familia cuando está hecha pedazos? Aquí es donde es vital apartar la mirada de nosotros mismos, como Isaías 9:6 llama a Jesús, el Príncipe de la Paz.

En Jueces 6:24, Gedeón dijo (en algunas versiones en español de la Biblia), “El Señor es la paz”. El término hebreo es Jehová Shalom. La palabra shalom es una palabra que se piensa principalmente en el sentido de paz, que se ha convertido en un término impreciso en nuestra cultura. Cuando la mayoría de las personas se sienten bien y todo va bien, pueden decir que se sienten “paz” o “en paz”. Sin embargo, shalom en realidad significa estar completo o sano. Dios es Jehová Shalom; el Señor es plenitud o solidez. Cuando tenemos a Jesús, tenemos este shalom.

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«La paz completa y sólida no es tan natural en un mundo caído.»

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Puedo pensar en momentos de mi vida en los que me he sentido incompleta: desconsolada, inestable en el ministerio, experimentando pérdidas y dolor, deprimida, inestable en mi carrera, ansiosa por el futuro). Algunas personas experimentan abuso, negligencia o adicción. La lista para hacer que la humanidad se sienta incompleta es interminable.

También he estado en lugares de mi vida donde no me he sentido confundida o caótica en lugar de cuerda. Las tentaciones me han confundido. Cosas de mi infancia me han hecho cuestionar mi identidad. He estado en una depresión caótica que sentía como si estuviera cayendo rápidamente en un hoyo donde no era yo mismo. Solo quiero dejar en claro que no todos siempre sienten este shalom. La paz completa y sólida no es tan natural en un mundo caído.

Gozo y paz en medio de los problemas

Hermanos y hermanas, creyentes y cristianos se sienten perdidos y confundidos. Sí, otras personas en nuestro mundo también se sienten así, ¡pero estoy hablando de nosotros, la iglesia!

En Juan 15, Jesús dice: “Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.

Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos”.

Si permanecemos y permanecemos en Jesús, nuestro gozo será completo, completo, significando que Él nos dará shalom.

Más tarde, en Juan 16:33, Jesús dijo: “Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo”.

No se nos ha prometido una vida fácil en la tierra. De hecho, Jesús nos está advirtiendo que tendremos problemas.

Sanidad, Seguridad y Gratitud

Sin embargo, Jeremías 33:6 nos recuerda, “Sin embargo, les daré salud y los curaré; los sanaré y haré que disfruten de abundante paz y seguridad”. De todos nuestros problemas, podemos tener sanidad, paz y seguridad en Jesús.

Colosenses 3, “Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos” (Colosenses 3:15).

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«La paz puede controlar nuestros corazones.»

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Como un árbitro en un partido de baloncesto, debemos dejar que la paz sea el factor decisivo de nuestros corazones. La paz puede controlar nuestros corazones.

“Y sé agradecido”. Deje que la paz decida, pero la gratitud debe intervenir porque a veces nuestras cabezas y nuestros corazones no se alinean. Debemos ser guiados por la paz y la acción de gracias. La paz se activa con la gratitud. En muchas de las cartas de Pablo, esparció el recordatorio de ser agradecido en todas las situaciones, y a menudo escribió cuando estaba en prisión. Romanos 8:6 dice: “La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz”. Debemos permitir que nuestras mentes sean arbitradas por el Espíritu Santo, la paz y el agradecimiento.

El famoso pasaje de Filipenses 4, que comienza en el versículo 6, dice: “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”.

Shalom es realmente incomprensible. Aunque tendremos problemas, podemos confiar en que shalom será el factor controlador en nuestros corazones y mentes cuando permanezcamos en Cristo. Cuando nos sentimos incompletos, confundidos y caóticos, podemos recurrir al shalom que tenemos en Él.

Romanos 5:1 nos asegura esto cuando dice: “Ya que hemos sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”.

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«¡Si lo tienes a Él, ya tienes paz!»

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Absolutamente tenemos paz cuando tenemos a Jesús, el Príncipe de Paz, Jehová Shalom. No hay duda. Está prometido ¡Si lo tienes a Él, ya tienes paz!

Con confianza podemos tener paz en todo momento. “Que el Señor de paz les conceda su paz siempre y en todas las circunstancias. El Señor sea con todos ustedes” (2 Tesalonicenses 3:16).

En momentos angustiosos, como la pérdida de un hijo el Día de Acción de Gracias, debemos recordar el sacrificio de Jesús. Debido a quién es Él y lo que ha hecho, nuestro shalom será eterno. Necesitamos permanecer en el Espíritu Santo con acción de gracias y permitir que Su paz sea nuestro árbitro, nuestro factor decisivo cuando nuestras circunstancias nos hagan sentir desgarrados, incompletos, defectuosos, confusos y caóticos.+