Jeff Finley

Jeff Finley

Editor Ejecutivo de Luz y Vida

Jeff Finley es el editor ejecutivo de la revisa. Se unió al equipo de Luz y Vida en el 2011 después de una docena de años reportando y editando para Sun-Times Media. Es miembro de la Iglesia Metodista Libre John Wesley en donde su esposa, Jen, sirve como pastora líder.

por Jeff Finley

¿Cómo pueden las iglesias alcanzar y servir a las personas que se identifican como lesbianas, gais, bisexuales, transgénero o queer sin comprometer la verdad de las Escrituras?

Bruce N. G. Cromwell, el superintendente de las conferencias Great Plains y Mid-America de la Iglesia metodista libre, comparte su perspectiva en el libro publicado por Light + Life Publishing  titulado Loving From Where We Stand: A Call to Biblically Faithful Ministry with the LGBTQ+ Community [Amar desde donde estamos: Un llamado al ministerio bíblicamente fiel con la comunidad LGBTQ+], que ya puede reservarse en freemethodistbooks.com y comenzará a enviarse a mediados de octubre.

En una conversación con Brett Heintzman en el pódcast de Luz y vida, Cromwell dijo que el libro enfatiza que la identidad primaria de una persona no se encuentra en su profesión, relación u orientación sexual.

“Mi identidad principal se encuentra en quién soy en Cristo”, dijo Cromwell. “No importa lo que haya hecho, Dios dice que soy perdonable. Soy redimible. Él envió a Su Hijo para eso. Entonces, puedo mirar más allá de las etiquetas que me ponga el mundo o yo mismo, y comenzar a verme como alguien en quien mora el Espíritu Santo, alguien por quien Cristo murió”.

En las últimas décadas, nuestras iglesias probablemente han tenido personas con atracción por el mismo sexo, pero muchos miembros de la iglesia no eran conscientes de esa realidad, mientras que otros no se sentían tan cómodos como ahora hablando de su sexualidad.

“No estaba tan extendido ni era tan conocido como ahora. Ya hemos visto a Ellen [DeGeneres] declararse gay en la televisión nacional, hemos visto la serie ‘Will & Grace’ y tenemos una cultura popular que normaliza los problemas y las personas LGBTQ+. Por eso, cada vez más personas se sientan libres de hablar de ello”, dijo. “El asunto se ha hecho cada vez más pronunciado”.

Cromwell tiene una maestría y un doctorado en Teología Histórica y se desempeña como miembro de la Comisión de Estudio sobre Doctrina (Study Commission on Doctrine, SCOD).

“A nosotros [los miembros de SCOD], se nos pidió que analizáramos esto antes de la Conferencia General de 2015 cuando aprobamos nuestra resolución sobre la definición más concreta de lo que creemos que es el matrimonio y lo que los ancianos metodistas libres tienen permitido hacer cuando se trata de matrimonio entre personas del mismo sexo o, en este caso, lo que no tienen permitido hacer”, dijo Cromwell, quien se desempeñaba durante ese período como pastor principal de la iglesia Central Free Methodist Church en Lansing, Míchigan, donde “teníamos personas que eran abiertamente LGBTQ+ que venían con preguntas”.

Cromwell dijo que comenzó a considerar cómo llevar la investigación de SCOD “a la iglesia en general para que la gente pueda leer nuestro trabajo acerca de por qué creemos lo que creemos, qué dice la Escritura al respecto, cómo encajamos dentro de la iglesia histórica o cómo ministramos a alguien que está pasando por un trauma emocional y psicológico. Sentí un fuerte llamado a sentarme y escribir un libro”.

Aunque el libro se centra en los problemas de LBGTQ +, Cromwell señaló: “Cualesquiera que sean nuestras luchas, cualesquiera sean nuestros desafíos, cualesquiera que sean esas palabras de condenación que escuchamos en nuestro oído, el libro es un recordatorio de que eres amado por un amor más grande que cualquier cosa que hayas conocido. Solo tenemos que rendirnos a él, aceptarlo y creer que, aunque Dios no puede amarnos menos y no nos amará más, no nos dejará iguales. Él nos amará en la plenitud de lo que estamos llamados a ser en Cristo”.

Si bien algunas porciones de la Biblia abordan contextos culturales específicos, Cromwell dijo que “hay una aplicabilidad universal en las verdades de las Escrituras”, y deberíamos ver “una narración continua sobre cómo Dios está sacando a su pueblo del exilio y volviéndonos a quienes fuimos llamados y creados a ser”. Algunos pasajes pueden ser problemáticos para los lectores modernos, pero “todavía tienen verdad y tienen relación con nuestras vidas hoy. No podemos simplemente deshacernos de ellos porque pensamos que estamos más evolucionados o que entendemos mejor o que de alguna manera la cultura ha cambiado y nuestra conciencia de alguna forma está más iluminada de lo que era en ese entonces. La Palabra de Dios no ha cambiado”.

Cromwell le dio crédito a David Bauer, quien también es miembro de SCOD y decano de la Escuela de Interpretación Bíblica del Seminario Teológico de Asbury y profesor de Estudios Bíblicos Inductivos, por ser “increíblemente útil” para encontrar la mejor forma de abordar las Escrituras en el libro.

Entregar nuestros deseos

Cromwell dijo que los metodistas libres claramente “creen que el plan de Dios para la actividad sexual humana es entre una mujer y un hombre en el pacto del matrimonio, y cualquier cosa fuera de eso no es el plan de Dios”.

Algunos líderes y miembros de la iglesia se apresuran a hablar en contra de la homosexualidad sin abordar pecados heterosexuales como la pornografía.

“Como decimos en el libro, hay más que suficiente pecado heterosexual en la iglesia para entristecer el corazón de Dios. A pesar de lo importante que creo que es este libro, también quiero asegurarme de que no tratemos las relaciones entre personas del mismo sexo como el mayor pecado que enfrenta la iglesia en la actualidad. Mi corazonada es que, en nuestras iglesias, hay más disfunción y pecado heterosexual que homosexual”, dijo Cromwell.

“¿Cómo vivimos y aprendemos a entregar nuestros deseos al señorío de Cristo? Ese es el tema. Jesús mismo fue tentado. Él simplemente no pecó, así que nuestras tentaciones no son las que nos condenan. Es lo que hacemos con ellas y, si alguien se siente tentado a tener relaciones con personas de su mismo sexo, no creo que eso deba condenarlo tampoco”, dijo Cromwell, quien agregó que lo que importa es cómo una persona responde a la tentación.

Él cree que la iglesia necesita permitir que la gente hable sobre sus tentaciones.

“La mayoría de las personas que se han identificado como LGBTQ+ y que ya no quieren estar en la iglesia se han ido no por la posición de la iglesia, sino más bien por la postura que la iglesia ha adoptado hacia ellos. Se sienten condenados. No se sienten amados. No se sienten escuchados. Definitivamente no se sienten seguros”, dijo. “¿Cómo podemos nosotros, como iglesia, acompañarlos y ayudarlos a caminar en el camino de Jesús?”.

Cromwell dijo que todo el mundo tiene dificultades y que debemos dar la bienvenida a las personas y ayudarlas a encontrar plenitud y sanidad en Cristo.

“El título del libro se eligió por un motivo. Tenemos una posición en la que nos mantenemos y desde ahí amaremos a los demás”, dijo. “No vamos a señalar con el dedo. Vamos a extender la mano. No vamos a comprometer nuestras creencias. No te vamos a mentir, pero te amaremos y te ayudaremos a convertirte en todo lo que Dios quiere que seas sin importar cuáles sean tus tentaciones, lo mismo que hacemos con todos los que entran por nuestra puerta”.

Si nos sentimos llamados a difundir un mensaje de arrepentimiento, dijo Cromwell, entonces deberíamos “encontrar a alguien con quien podamos hablar sobre eso en lugar de solo anunciarlo. Digo “hablar” porque creo que a la gente le interesan los diálogos. Muy pocos de nosotros queremos presenciar un monólogo. Entonces, ¿cómo escuchamos con amor y lo hacemos juntos en una relación?”.

Amar a alguien no significa respaldar sus acciones.

“No estamos tratando de pasar por alto el pecado”, dijo Cromwell. “Nada en esto está aprobando lo que hemos dicho consistentemente que no es la voluntad de Dios, pero nos está llamando a ser amorosos en la forma en que llamamos a las personas a esta santidad, a este arrepentimiento, a esta nueva vida”.

Medios de gracia

Heintzman preguntó cómo debería responder un pastor si una pareja LGBTQ+ solicita el bautismo de un bebé.

Cromwell respondió que con cualquier bautismo (ya sea para un bebé, un niño o un adulto), debemos entender la razón por la que solicitamos el bautismo. Los sacramentos proporcionan medios de gracia, formas de acercarnos más a Dios.

“Cuando ayudas a la gente a entender que el bautismo es una manera de abrirnos a lo que Dios quiere hacer en nuestra vida, creo que, desde el punto de vista pastoral, me hago esta pregunta: ¿Por qué querría negarle eso a alguien?”, dijo Cromwell, quien señaló que los sacramentos no son solo actos simbólicos. “Queremos un cambio de estilo de vida, una entrega total a Cristo. Este es solo un elemento de eso, una forma en la que estamos reconociendo que ‘eres parte del gran cuerpo de Cristo… Eres parte de algo mucho más grande que tú mismo y, por esta declaración pública de fe, estás diciendo: ‘Me comprometo con estas personas, para juntos buscar y seguir al Señor’”.

El proceso incluye “reconocer que el bautismo no se trata de lo que has hecho hasta ese momento, sino de lo que Dios va a hacer en tu vida a partir de ese momento”, dijo Cromwell. “Si se trata de una pareja de lesbianas, asumo que el liderazgo hablará con ellas sobre nuestra posición sobre las relaciones entre personas del mismo sexo, para que la pareja sepa cuál es la posición de la iglesia. Una vez más, no les estamos cerrando la puerta. No decimos ‘no puedes estar aquí’, sino que también les ayudamos a entender lo que creemos que es el plan de Dios para la actividad sexual humana”… No es un sello de aprobación por lo que han hecho. Es casi como una iniciación en el cuerpo para ver en qué nos convertimos y cómo Dios aún nos cambia y se mueve a través de nosotros y hace grandes cosas en nuestras vidas”. 

Cromwell dijo que un desafío para los metodistas libres es: “¿Cómo creamos una denominación llena de muchas iglesias locales donde la gente puede venir y crecer en la semejanza a Cristo?”. Espera que su libro ayude a las congregaciones a considerar estos temas y convertirse en lugares donde las personas de todas las tentaciones puedan “encontrar su identidad como hijos de Dios”.

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Light+Life Executive Editor

Jeff Finley es el editor ejecutivo de la revisa. Se unió al equipo de Luz y Vida en el 2011 después de una docena de años reportando y editando para Sun-Times Media. Es miembro de la Iglesia Metodista Libre John Wesley en donde su esposa, Jen, sirve como pastora líder.