Orando el camino

Por Charles Mallory

Una de las lecciones de vida grabadas en mi corazón durante mi tiempo en la Universidad Liberty fue escuchar al difunto Reverendo Jerry Falwell decirnos que en nuestras disciplinas espirituales de obediencia a Dios: “Todos nuestros fracasos son fracasos en la oración”. 

Mantengo ese pensamiento presente ahora, más que nunca, ahora que regreso a la iglesia después de retirarme como capellán del ejército. Es muy fácil, aunque sutil, volver a una mentalidad de ser más como un administrador que dirige la iglesia como un negocio en lugar de un pastor que camina junto a la iglesia y entre ella como su líder ordenado.

Uno de los recursos más útiles para mantener el corazón pastoril al guiar la iglesia que mi esposa Jennifer y yo lideramos ha sido enseñarles a orar al “Estilo Metodista Libre”.

Así como un “Road Atlas” de Rand McNally me proporciona mapas detallados para planificar mi viaje, entiendo cómo los cinco valores distintos pueden realmente moldear nuestra identidad y dirección como congregación Metodista Libre.

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«Nos dimos cuenta de que ésta era nuestra dirección y propósito».

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Orar “El Estilo Metodista Libre” para nosotros no era una opción. Sentimos que era en obediencia como miembros fieles de la Iglesia Metodista Libre, pero también es crucial para guiar a los miembros de la iglesia hacia el compañerismo y la mentalidad similar para honrar y glorificar a Dios en todo lo que hacemos en nuestra iglesia.

De hecho, para la oración que escribimos para nuestra iglesia, comenzamos orando: “Mientras confiamos en la dirección de Tu Espíritu Santo, deseamos que cada aspecto de este ministerio impulse Tu reino y conduzca a otros a la salvación en Jesús, Tu hijo”.

Nos dimos cuenta de que ésta era nuestra dirección y propósito. No podíamos darnos el lujo de paralizarnos debido al estancamiento, la falta de iniciativa y planificación. Cuando se cerraron las puertas durante la pandemia, se hizo evidente que nuestras iglesias ya no podían mantener todo autónomo y manejable dentro de los límites de la propiedad de la iglesia.

Santidad vivificante

Oramos primero por Santidad Vivificante. Debemos elegir morir a nosotros mismos dando la bienvenida a la obra del Espíritu Santo para despertarnos a nuestra necesidad de ser santificados. Como dice nuestra doctrina con respecto a la santificación, “Esta relación santificadora con Dios remedia la mente dividida, redirige el corazón a Dios y capacita a los creyentes para agradar y servir a Dios en su vida diaria”. Necesitamos tomarnos en serio nuestra fe. Debemos buscar la santidad.

Desde que lanzamos esta oración, hemos visto las vidas de varias personas cuyos corazones han cobrado vida en la fe. Se ofrecen más como voluntarios y se han acercado para apoyar eventos comunitarios. Su fe ha progresado de las palabras a la acción porque sus corazones han cambiado y están abrazando la santidad.

Justicia Impulsada por el Amor

En segundo lugar, oramos por Justicia Impulsada por el Amor. Nos dimos cuenta de lo cómodo que es tener a otros “como nosotros” a nuestro alrededor. Nos ayudó a ver que cuando gravitamos hacia lo que nos es familiar, exponemos nuestra espalda a los pobres, los quebrantados, los oprimidos y los marginados. Jesús nunca le daría la espalda a nadie, y a través de la Justicia Impulsada por el Amor fuimos convencidos de que no debemos mostrar ningún desprecio.

Tuvimos nuestra oportunidad durante el culto de la mañana del domingo de Nochebuena. Un miembro que había estado ausente durante algún tiempo había reaparecido repentinamente y era evidente que había algunas preocupaciones obvias que abordar. Todos se dieron cuenta muy rápido de que teníamos una persona que había dejado de tomar su medicación durante un período prolongado.

Observé con asombro cómo los miembros la recibieron, la involucraron y la ahogaron en abrazos y conversaciones ese domingo. A través de una orientación muy necesaria y lo que parecieron miles de llamadas telefónicas, conversaciones y citas médicas, pudimos guiarla hacia la ayuda psiquiátrica adecuada en nuestro hospital local. Mientras la visitábamos cada semana, vimos surgir una nueva persona con gentileza y agradecimiento a través de una iglesia dispuesta a vivir la Justicia Impulsada por el Amor.

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«Proclamar el mensaje, vivir nuestra fe y ser modelo de una vida piadosa para los demás es atraer a la iglesia y unirla».

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Multiplicación Impulsada por Cristo

En tercer lugar, oramos por la  Multiplicación Impulsada por Cristo: Ya no encontramos consuelo en lo familiar. Queremos marcar la diferencia y ser más intencionales al dejar de lado programas infructuosos e invertirnos en una dirección impulsada por el Espíritu que produzca frutos y esté bañada en un propósito redentor.

Estamos despertando a la realidad de que esto no sucede simplemente asistiendo al servicio de adoración el domingo por la mañana. Calculamos el costo, nos involucramos y nos abrimos a inflamarnos con el Espíritu Santo para el trabajo espiritual en cualquier momento y cualquier día.

Al orar por la Multiplicación Impulsada por Cristo, hemos visto a más miembros estar dispuestos a superar las adicciones a sus propias vidas y horarios para entregarse con altruismo y donar sus vidas, tiempo y recursos a la misión de la iglesia.

Escuchar historias de miembros que monitorean más a los ancianos, invitan a parejas más jóvenes a sus hogares y enseñan música a los niños que ahora cantan especiales durante el culto dominical. Proclamar el mensaje, vivir nuestra fe y ser modelo de una vida piadosa para los demás es atraer a la iglesia y unirla.

Colaboración Intercultural

Pasamos a orar por Colaboración Intercultural. Nuestra iglesia fue construida en 1915 con el vidrio de las ventanas tradicionales. Son impresionantes y amplifican los colores del santuario. Sin embargo, ahora hemos descubierto tanta belleza fuera de la iglesia, no solo en nuestra comunidad, sino en el mundo que nos rodea.

No sólo estamos adoptando la iglesia y las misiones globales, sino también asociaciones con iglesias de otras denominaciones en nuestra comunidad. La Colaboración Intercultural, para nosotros, ha formado una fuerte alianza con otras dos iglesias de nuestra ciudad.

Esta alianza ha resultado en el establecimiento de programas comunitarios anuales de Escuela Bíblica de Vacaciones (EBV), servicios de Acción de Gracias cada noviembre y que los pastores locales revivan la Alianza Ministerial. Es una excelente manera de compartir nuestros recursos y unificar nuestros esfuerzos para una cosecha mucho mayor en las vidas de quienes asisten a estos eventos.

Nada de esto hubiera sucedido si no hubiéramos tomado la iniciativa de cruzar todas las barreras necesarias a nivel cultural, denominacional y personal. Simplemente nos negamos a retirarnos para centrarnos en ofrecer programas sólo para nuestra propia iglesia. Realmente es una cuestión de estar llenos de una santa compasión para extender la mano, colaborar con el mundo que nos rodea y construir relaciones para unirnos a John Wesley al decir “¡el mundo es nuestra parroquia!”

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«Estamos siendo moldeados a la semejanza de Jesucristo».

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Revelación Otorgada por Dios

Nuestro quinto y último valor de El Estilo Metodista Libre es la Revelación Otorgada por Dios. Tenemos un dicho único en el ejército: “nunca se puede comunicar demasiado”. No podemos estar satisfechos sólo con la información que tenemos a mano, sino que debemos enviar, preguntar y buscar hasta el último fragmento de información creíble.

Lo mismo es cierto para nuestra iglesia. Un pasaje selecto de las Escrituras sobre el cual el pastor predica todavía no es suficiente. Ese versículo que analizamos y discutimos en la escuela dominical todavía necesita ser complementado. Los programas entre semana son maravillosos, pero todavía necesitamos aún más de la Palabra de Dios para saturar nuestra mente, corazón y alma.

Necesitamos enamorarnos de la Palabra de Dios, esconderla en nuestros corazones y alinear nuestra vida con ella. Necesitamos hacer de la educación uno de los ministerios de la iglesia con mayor apoyo. Las escuelas dominicales, los estudios bíblicos, las bandas y los grupos pequeños deberían tener a la iglesia a punto de estallar debido al hambre del mensaje de Dios para nosotros.

Nuestra iglesia ha abrazado la Revelación Otorgada por Dios al incorporar las Escrituras en nuestro servicio de adoración dominical a través del llamado a la adoración y las respuestas de bendición. Igual de importante es que hemos agregado las lecturas del Leccionario del Antiguo y Nuevo Testamento y explicamos la lección del Evangelio a través del sermón. La lectura de los Salmos se ha convertido ahora en nuestra “lectura receptiva” habitual para que todos puedan leer juntos las Escrituras en voz alta. Queremos saturar el mensaje de Dios en la adoración.

Hemos adoptado “El Estilo Metodista Libre” y hemos visto los sorprendentes resultados de orar por los cinco valores. No sólo han dado forma a nuestra identidad como congregación Metodista Libre, sino que también han provocado una renovación de la fe en los corazones de los miembros de nuestra iglesia.

Estamos siendo moldeados a la semejanza de Jesucristo. Siempre buscamos que el Espíritu Santo encienda un movimiento impulsado por el Espíritu dentro de nosotros, nuestra iglesia, nuestra comunidad y el mundo.

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