Obispo Matt Whitehead

Obispo Matt Whitehead

El Obispo Matt Whitehead, D. Min., supervise los ministerios Metodistas Libres en el Oeste de los Estados Unidos y también en África y Asia. Fue elegido como obispo principal de la Iglesia Metodista Libre – USA en la Conferencia General de 2019. Anteriormente sirvió más de 20 años como superintendente de la Conferencia Noroeste del Pacífico después de 17 años como pastor de una iglesia local.

por Obispo Matt Whitehead

“Oiga, Padre, ¿Qué anda haciendo aqui?”

Por más de una década, el Pastor Mark Abbott y yo caminábamos por las calles del centro de Seattle los domingos por la noche. Una vez al mes, éramos voluntarios como ministros en las calles con Operación Vigilancia Nocturna, cuya misión era ser la presencia de Cristo en el distrito comercial de nuestra ciudad durante la noche. Nuestros collares clericales nos identificaban como pastores, por lo que con frecuencia nos confundían con sacerdotes católicos.

Hablamos y oramos con cualquier persona interesada – los indigentes u otros, fuera o dentro en nuestra ciudad. Los bares llegaron a ser una parada regular, y los clientes se sorprendían visiblemente al levantar la mirada de sus copas y ver a dos pastores. Los camareros de bar nos daban refrescos gratis y se alegraban de vernos porque sabían que éramos una presencia tranquilizadora.

El llamado de Dios a ir a donde se encuentran los que sufren y los marginados, constituye el corazón de la Justicia Impulsada por Amor, el segundo valor de El Estilo Metodista Libre: “El amor es la manera de demostrar el corazón de Dios por la justicia al evaluar la imagen de Dios en todos los hombres, mujeres y niños, actuando con compasión hacia los oprimidos, resistiendo la opresión en todas sus formas, y administrando la Creación”.

La Advertencia de «O lo uno o lo otro»

Algunos sugieren que el evangelismo es la tarea de la iglesia, y la acción social es una agenda del mundo. Esta creencia separatista ha desmembrado nuestra misión al convencer falsamente a muchos de nosotros de que tenemos una excusa justificada de mucho de lo que Cristo vino a hacer: llevar Sus buenas nuevas a la condición humana por medio de la resuelta proclamación y la acción compasiva. Jesús hizo esto, y hoy envía a Sus discípulos a que hagan lo mismo.

También debemos estar conscientes de un desafío significativo mientras pensamos sobre nuestro llamado a la Justicia Impulsada por Amor: Creyendo erróneamente que la justicia social es el evangelio. La justicia social se enfoca en “la justicia en términos de distribución de riqueza, oportunidades, y privilegios dentro de una sociedad”. Según el Diccionario de Inglés Oxford. Cuando creemos que esto es el evangelio, se convierte también en algo separatista y nos sirve de excusa para no evangelizar, creyendo que la justicia social sola es la clave a la libertad para todos. Una visión holística de reino está arraigada en una relación correcta con Dios, que fluye a una experiencia y promoción de una relación correcta entre las personas y la sociedad.

En los tiempos turbulentos que todos hemos enfrentado desde marzo de 2020, el clima social cargado y polarizado ha revelado nuestras marcadas divisiones a lo largo de líneas muy diferentes de interpretación de las escrituras. Ha revelado una gran necesidad en nuestra familia denominacional – la necesidad de relanzar nuestra teología de justicia que nos lleve a una mayor unidad. ¿Estamos listos para abrazar una teología incluyente de Justicia Bíblica Impulsada por Amor – que nos invita a todos a reconocer nuestras versiones parciales y selectivas del evangelio, y abrazar todo lo que es la misión de Jesús?

Recuperando una Visión Bíblica de la Justicia

La justicia es un tema bíblico penetrante que a menudo se compara con la rectitud. Los profetas del Antiguo Testamento clamaban en favor de un Dios justo y recto que demanda justicia y rectitud en Su pueblo. La palabra hebrea para justicia, mishpat, tiene en su raíz los conceptos de imparcialidad y equidad para todos, particularmente los menos favorecidos. Así, cuando los jueces ejercen justicia, no reciben sobornos, o tratan a los ricos mejor que a los pobres. La palabra hebrea para rectitud, tzadeqah, significa vivir en una relación correcta, tratar a los demás con justicia, generosidad y equidad. En su libro “Justicia Generosa”, Tim Keller llama a tzadeqah (justicia) “justicia primaria”. Es “conducta, que, si prevaleciera en el mundo, haría innecesaria la justicia rectificante (mishpat) porque todos vivirían en una relación correcta con todos los demás».

El objetivo principal de Jesús no era establecer una sociedad mejor, y así buscar una espiritualidad más profunda. Él trajo el cielo a la tierra, produciendo así liberación, salvación, santidad, justicia, y verdadera rectitud. Como Sus discípulos, Jesús nos invita a hacer lo mismo. Nuestros antepasados espirituales, Juan y Carlos Wesley, probaron que la santidad contenía el poder que transformó a la Inglaterra del siglo 18 cuando los convertidos beneficiaron radicalmente al mundo que los rodeaba.

Christine Erickson, directora del ministerio OneLess para niños en riesgo, señala: “En contraste con la justicia social, que se enfoca en un concepto temporal de enfrentar las injusticias en la sociedad, la justicia bíblica comienza con lo eterno en mente. Comienza con ver a las personas como Dios las ve – reconociendo que todos somos creados a la imagen de Dios. Y es responsabilidad de los seguidores de Cristo buscar la libertad física y espiritual de los oprimidos para que otros también puedan convertirse en lo que Dios los creó para que fueran. Si hemos experimentado la libertad, ¿cómo no buscar la libertad en nombre de otros?

La Justicia Bíblica, Impulsada por Amor es la unión del evangelismo y la acción compasiva. No son mutuamente exclusivos. A medida que Dios se mueve hacia nosotros con compasión y misericordia, somos transformados por Su amor y luego nos sentimos impulsados hacia los marginados de la sociedad. Jesús se acercó a los marginados y allí demostró Su gracia, amor y misericordia. Al irse, Jesús predicó las buenas nuevas a todos. Sorprendió a muchos con su inclusión de los marginados, el trato equitativo de los más humildes y los más pequeños, dando la bienvenida a los extraños y abrazando a los «inmundos». Amar a distancia no está de acuerdo con el carácter de Jesús. La Justicia Impulsada por Amor se enfoca en la semejanza de Cristo y Su claro ejemplo en las Escrituras. Para nosotros, Sus discípulos, la implicación es clara: debemos reflejar el método y el mensaje de Cristo en nuestro mundo de hoy.

Las Escrituras están llenas de referencias a la preferencia de Dios por los pobres y el corazón de Dios por justicia y rectitud. No hay suficiente espacio para escribir cada referencia, pero veamos estas muestras de la Palabra de Dios:

Sobre los Extranjeros:

“Cuando algún extranjero se establezca en el país de ustedes, no lo traten mal. Al contrario, trátenlo como si fuera uno de ustedes. Ámenlo como a ustedes mismos, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto. Yo soy el Señor y Dios de Israel” (Levítico 19:33-34)

Sobre los Débiles, Huérfanos, Pobres, Oprimidos:

“Defiendan la causa del huérfano y del desvalido; al pobre y al oprimido háganles justicia” (Salmos 82:3)

Sobre Nuestra Obligación de Justicia y Trato Igualitario hacia otros:

“¡Levanta la voz, y hazles justicia! ¡Defiende a los pobres y necesitados” (Proverbios 31:9).

Sobre la Defensa a los Oprimidos:

“¡Aprendan a hacer el bien! ¡Busquen la justicia y reprendan al opresor! ¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda!” (Isaías 1:17)

Sobre Nuestro Compromiso de ser Misericordiosos y Compasivos:

”Así dice el Señor Todopoderoso: ‘Juzguen con verdadera justicia; muestren amor y compasión los unos por los otros. No opriman a las viudas ni a los huérfanos, ni a los extranjeros ni a los pobres. No maquinen el mal en su corazón los unos contra los otros’. (Zacarías 7:9-10).

Sobre nuestro Llamado a Reflejar la Santidad, Rectitud y Justicia de Dios:

“¡Ya se te ha declarado lo que es Bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios” (Miqueas 6:8).

Sobre la Religión Que es Aceptable al Padre:

La religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es esta: atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y conservarse limpio de la corrupción del mundo” (Santiago 1:27)

Renovando el Compromiso de Practicar el Camino de Jesús, Impulsado por Amor

“La ceguera del pueblo”. Eso fue a lo que la Dra. Delia Nüesch-Olver nos invitó a reconocer en un artículo de marzo de 1997, de la revista Luz y Vida:

En los Estados Unidos no nos gusta hablar de los asuntos de raza o clase, pero hay una epidemia de ceguera en el pueblo. Necesitamos aprender a ver la singularidad de los diferentes grupos de gente, y usar diferentes métodos y estilos para alcanzar a diferentes pueblos. Se necesita esfuerzo para conectarse con personas que son diferentes que nosotros. Pero si no lo hacemos, en realidad estamos diciendo que todos necesitan ser como nosotros, hacer las cosas como las hacemos nosotros si quieren encontrar a Cristo en la Iglesia Metodista Libre. Si queremos ser como Jesús necesitamos hacer nuestra parte en restaurar la vista y la visión de los que tienen ceguera del pueblo – ayudándoles a ver aquellos grupos de personas que fueron ignorados en el pasado debido a sus acentos, tradiciones, color de piel o estatus económico.

Unos 24 años después, su mensaje es igual de inspirador. Necesitamos ojos frescos y amorosos que vean las oportunidades de transformación del evangelio entre los muchos grupos de personas que Dios ha traído a vivir entre nosotros.

En un entendimiento apropiado de la Justicia Impulsada por Amor, practicando el enfoque de Jesús en los receptores de la proclamación del evangelio: los pobres, los prisioneros, los discapacitados, y los oprimidos. Recordemos, fue en la sinagoga en Nazaret que Jesús se refirió a Isaías para anunciar Su misión y quién iba a recibir Sus buenas nuevas.

El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para para anunciar las buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor” (Lucas 4:18-19).

Esta profecía declarada era la comisión de Jesús de parte del Padre, Su asignación para Sus discípulos – que se extiende hasta nosotros. Estas son las órdenes de marcha, y el amor santo es la cadencia con la cuál marchamos.

Adicionalmente, en Mateo 25:31-46, Jesús nos desafía con un recordatorio vívido de que nuestro juicio depende de cómo tratamos a los que están en necesidad. Utilizando las imágenes de las ovejas y las cabras, Jesús hace la asombrosa declaración de que mientras ministramos a los que están en necesidad, ¡lo ministramos a Él!

Por si no fuera suficiente, Jesús dice esto en Su Sermón del Monte: “Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo”. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace que el sol salga sobre malos y buenos. Y que llueva sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hasta los recaudadores de impuestos? Y, si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué demás hacen ustedes? ¿Acaso no hacen esto hasta los gentiles? Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto”. (Mateo 5:43-48)

La gente de la época de Jesús se convenció a sí misma de ser un vecino selectivo al malinterpretar las Escrituras, lo que llevó al odio auto justificado de los «forasteros» (no judíos). La Palabra de Dios dijo “ama a tu prójimo” (Levítico 19:18) pero jamás menciona que odiemos a nuestros enemigos. Eso fue un añadido. Ya no podemos ocultarnos más detrás de falsas columnas de humo de la mala interpretación de la Escritura, creyendo que de alguna manera nos auto justificamos por nuestro trato desigual de los demás a través de vecinos selectivos.

Jesús debe ser nuestra principal fuente de interpretación que las Escrituras demandan de nosotros.

Reiniciando Nuestro Concepto sobre la Igualdad

La Justicia Impulsada por Amor es activa, no pasiva — movimiento, no estancamiento. El progreso en los problemas sociales de equidad para las personas de color desde nuestra fundación en 1860 no significa que nuestro trabajo esté terminado. De la misma manera, aunque B. T. Roberts haya escrito “La Ordenación de la Mujer” en 1891, eso no indica que hayamos llegado a un lugar de verdadera igualdad para las mujeres. El hecho de que nuestras estructuras sociales sean muy diferentes a las de hace milenios cuando los profetas escribieron no cambia el significado de «extranjeros». Nuestro trabajo no ha terminado.

Roberts observó que la indignante discriminación en contra de personas no blancas (afroamericanos y nativos americanos), que lo incomodó sobremanera. En su obra definitoria sobre B.T. y Ellen Roberts, “Santos Populistas”, el Dr. Howard Snyder cuenta una historia reportada por Benson, hijo de B.T. Roberts, nos da una idea del carácter de su padre:

Roberts estaba viajando por tren, como él lo hacía frecuentemente. En una de las estaciones un grupo de unos 10 jóvenes afroamericanos bien vestidos abordaron el tren y entraron en su vagón. Uno de los pasajeros se indignó de ver a estos jóvenes negros, e insistió al conductor que los pusiera en segunda clase.

“Tienen boletos de primera clase”, explicó el conductor.

El pasajero se enfureció y dijo que no tenía por qué viajar con (adjetivo omitido). En este punto Roberts intervino defendiendo a aquellos muchachos y muchachas. “Defendió su causa de manera convincente, como él lo sabía hacer”, escribe Benson. Los jóvenes tomaron sus asientos, y el tren emprendió su marcha.

Cuando el tren llegó a donde ellos iban, los jóvenes rodearon a Roberts … y cantaron “la canción más hermosa” – un concierto privado. Roberts se enteró de que estos muchachos y muchachas eran los afamados Cantantes del Jubileo de la Universidad Fisk, en Nashville, Tennessee.

Sería impensable en nuestros tiempos negarle a una persona de color un asiento en un tren, bus o avión. Pero, aunque estemos de acuerdo en ese punto tan singular, seguimos divididos sobre otras cuestiones de igualdad en el día de hoy, Nos involucramos en formas más insidiosas de “selección de asientos” donde las personas de color no reciben oportunidades de liderar, no reciben oportunidades de compartir sus ideas, o ser tratados con la misma dignidad que es ofrecida a los blancos. La falta de igualdad sigue estando viva y activa.

El silencio frente a la inequidad no era el camino de B.T. Roberts, y no es el Estilo Metodista Libre. Las posiciones de la Justicia Impulsada por Amor misma, en lugares en los que las acusaciones falsas, trato desigual, sistemas injustos y opresivos, y el daño activo, injustificable a otros, alcanzan su objetivo. La Justicia Impulsada por Amor les da voz a los nonatos sin voz, las víctimas de tráfico, y los que son abusados físicamente a puerta cerrada. Los que están a favor de La Justicia Impulsada por el Amor se involucran, y alza su voz. Honestamente, no hemos sido totalmente despertados a la justicia bíblica, misericordia y verdad en nuestra iglesia, y necesitamos examinar nuestros corazones para ver que nuestras barreras a la igualdad sean derribadas.

Revisionando Nuestro Futuro

Donde no hay visión, el pueblo se extravía; ¡Dichosos los que son obedientes a la ley! (Proverbios 29:18)

La visión nos viene de Dios y unifica al pueblo de Dios. Posiblemente un factor de desunión es que, en muchas maneras, hemos hecho a un lado el freno que nos da la visión profética. Yo, junto con la Obispa Linda y el Obispo Keith, estoy comprometido a captar la visión de Dios.

Dondequiera que te encuentres en el espectro social o político, te suplicamos que consideres repensar tu teología – reconociendo que la justicia es una cuestión bíblica nacida del corazón de Dios. Te invitamos a volver a comprometer tu vida a la práctica de los caminos de Jesús Impulsados por Amor – sabiendo que Cristo en ti es la esperanza de gloria para los pobres, los oprimidos, las viudas, los huérfanos, los extranjeros y los marginados. Y finalmente, te suplicamos que repienses tu concepto de la igualdad. El trato igualitario de todas las personas es el camino de la justicia de Dios, impulsado por el amor santo.

Josué se paró ante el pueblo de Israel y dijo: “elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: … Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor.” (Josué 24:15). Amigos, ¿qué elegiremos colectivamente como familia de discípulos de Cristo? En cuanto a su Junta de Obispos, estamos comprometidos a servir al Señor a través de la Justicia Impulsada por Amor.

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El Obispo Matt Whitehead, D. Min., supervise los ministerios Metodistas Libres en el Oeste de los Estados Unidos y también en África y Asia. Fue elegido como obispo principal de la Iglesia Metodista Libre – USA en la Conferencia General de 2019. Anteriormente sirvió más de 20 años como superintendente de la Conferencia Noroeste del Pacífico después de 17 años como pastor de una iglesia local.