Ore mientras FMYC llega a la Generación Z

por Zach Fleming

Un artículo reciente de Crisianity Today proclamó que, dos años después que comenzó la pandemia de COVID-19, la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) se siente deprimida, ansiosa, estresada y sola. Muchos de estos sentimientos se derivan de la realidad de que esta pandemia global ha provocado que la Generación Z se pierda “momentos y marcadores de desarrollo completos, eventos formativos y singulares que en muchos casos no se pueden compensar o reemplazar fácilmente. Y, a menudo, estas pérdidas van acompañadas y magnificadas por una pérdida de los sistemas de apoyo, del tipo que normalmente los ayudaría a avanzar en tiempos de incertidumbre o crecimiento”.

Aquellos de nosotros que trabajamos de cerca con esta generación no necesitamos un artículo de CT para decirnos estas cosas (aunque ayuda). Lo experimentamos a diario. Vemos la crisis de salud mental en medio de una generación que ya lucha por encontrar pertenencia y formar relaciones.

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«Los sentimientos de depresión y soledad se enfrentarán con recordatorios diarios de que todos hemos sido creados, amados, valorados y llamados a ser un pueblo elegido y un sacerdocio real».

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Estos son los tipos de realidades que enfrentan los obreros juveniles promedio mientras se preparan para llevar sus ministerios estudiantiles a la Conferencia de la Juventud Metodista Libre (FMYC) el 27 de junio. Los adolescentes metodistas libres de todo el país se reunirán en Fort Collins, Colorado, para una semana dedicada a centrarse en lo que significa ser creado en la Imago Dei. Los sentimientos de depresión y soledad se enfrentarán con recordatorios diarios de que todos hemos sido creados, amados, valorados y llamados a ser un pueblo elegido y un sacerdocio real.

Como persona privilegiada para liderar y dirigir FMYC, cuando leo cosas como el artículo de CT, recuerdo cuán importantes son las experiencias como FMYC. FMYC da oportunidad a iglesias y ministerios juveniles para construir comunidad. Ya sea durante un viaje en camioneta o autobús por todo el país, en un dormitorio de la Universidad Estatal de Colorado o adorando juntos cada mañana y tarde, FMYC tiene una capacidad única para ayudar a fomentar amistades y relaciones más profundas.

Lo que los adolescentes buscan en este momento (más que cualquier otra cosa) es un profundo sentido de pertenencia y relaciones significativas. Creo que FMYC está en una posición única para ser una vía para estas cosas. Los trabajadores jóvenes están invitados a traer sus ministerios estudiantiles a un evento que está totalmente programado para ellos. Ya se han creado adoraciones, talleres, material devocional e incluso un proyecto de servicio. Todo lo que las iglesias deben hacer es presentarse y traer a sus estudiantes.

Debido a que FMYC está completamente programada, permite que los trabajadores jóvenes simplemente estén presentes con sus estudiantes. Mientras están en FMYC, los trabajadores juveniles no tienen que hacer malabarismos para relacionarse con sus estudiantes mientras preparan el plan de estudios y el contenido. ¡Todo eso está arreglado para ellos! Hemos trabajado arduamente para brindarles a los estudiantes lo que más necesitan en este momento: espacio y tiempo para ser vistos y escuchados por los trabajadores jóvenes que invierten en sus vidas.

FMYC también está diseñada para ayudar a los participantes a ver que no solo son valorados y amados como parte de la familia de Dios, sino que también son parte de la gran familia metodista libre. ¡Este evento es una oportunidad para que los adolescentes vean que están conectados con un movimiento global de metodistas libres, trayendo esperanza a través del evangelio de Jesús al mundo que los rodea! Esto se hace aún más impactante durante FMYC ya que servimos junto con ICCM y Set Free Movement [Movimiento Liberador].

Los miembros de la “generación más solitaria” se reunirán la próxima semana en Fort Collins, y juntos recordaremos que, gracias a Jesús, COVID no es el final de nuestra historia. Debido a la resurrección, nos enfocamos en la realidad de que la muerte da paso a la vida.

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«¡Ore para que estos adolescentes se vayan con un nuevo sentido de propósito y pasión!»

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Mi esperanza es que usted se una a mí en oración. Ore para que FMYC sea de alguna manera un espacio que ayude a los jóvenes a recuperar su equilibrio. Ore para que podamos hacer espacio para el duelo por lo que se ha perdido, pero también para recordar que la muerte no tiene la última palabra.

Y ore para que, al enfocarnos en la verdad, nuestra identidad se arraigue en quién es Jesús. ¡Ore para que estos adolescentes se vayan con un nuevo sentido de propósito y pasión! +