Una carta de orientación pastoral de la Junta de Obispos, Iglesia Metodista Libre – EE. UU.

 A Nuestra Familia Metodista Libre:

Habiendo reflexionado en oración sobre los eventos del 6 de enero en el Capitolio de los Estados Unidos, nosotros, su Junta de Obispos, ofrecemos esta respuesta para centrarnos, unificarnos, llamarnos a la oración y recordarnos nuestro papel como discípulos de Jesucristo.

Llamado a la Oración por Nuestra Nación e Iglesia Divididas

Primero, y de importancia primordial, llamamos a los Metodistas Libres de todo el mundo a un tiempo de oración y ayuno. Somos una nación dividida y reconocemos con tristeza que muchas de nuestras iglesias reflejan esa división. A medida que cada uno de nosotros observa y experimenta la agitación en nuestra nación, naturalmente responde de diferentes maneras debido a sus diferentes experiencias de vida, diferentes pasiones y diferentes visiones de lo que debería ser nuestra nación. Respetamos estas diferencias, pero nos llamamos unos a otros a arrepentirnos humildemente de las actitudes y acciones que no agradan a Dios y que nos distancian unos de otros. Nuestros corazones deben estar quebrantados por la lucha y la división en nuestra sociedad e iglesias. Que Dios nos ayude a ser reparadores de los muros rotos que existen a nuestro alrededor; “si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra” (2 Crónicas 7:14).

Llamado a la Sabiduría y al Discernimiento

Reconocemos que los eventos de la semana pasada no ocurrieron en el vacío, sino que fueron, en muchos sentidos, la culminación del malestar social y político que azotó a nuestra nación en el 2020. Este malestar fue instigado o inflamado en ocasiones por tendencias crecientes que no contribuyen a la comprensión y sanidad, sino que dejan división y destrucción a su paso. Por lo tanto, hacemos un llamado a los metodistas libres de todas partes para que busquen del Señor sabiduría con respecto a tales tendencias, el valor para resistirlas y la determinación de caminar en Sus caminos.

  • SEAMOS SABIOS prestando mucha atención a los patrones de comunicación poco saludables inherentes a la mayoría de las plataformas de redes sociales. Seamos prudentes y “dispuestos a oír, pero ser lentos para hablar y para enojarse”, (Santiago 1:19).
  • SEAMOS SABIOS y resistamos la tentación de discutir asuntos que son objeto de controversia en el ambiente estéril del universo digital en lugar del ambiente relacionalmente rico de la comunidad auténtica.
  • SEAMOS SABIOS y evitemos responder a problemas complejos con fragmentos simplistas que solo sirven para defender o fortalecer posiciones ya ocupadas.
  • SEAMOS SABIOS sobre cosas como la retórica de QAnon y otros grupos secretos que prosperan en las teorías de conspiración y difunden sus creencias de manera que despiertan el miedo y la sospecha y demonizan a los que no están de acuerdo con ellos.
  • SEAMOS SABIOS sobre las formas de actuar de los grupos extremistas en ambos lados del panorama político.
  • SEAMOS SABIOS del engaño del nacionalismo cristiano que equipara la fidelidad a Jesucristo con la lealtad a una parte en particular.

Llamado a Recordar Nuestro Papel como Discípulos de Jesucristo

El mundo en que vivimos está siendo moldeado profundamente por fuerzas que no son de Cristo. En momentos como este, es crucial que prestemos atención a la exhortación del apóstol Pablo: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente” (Romanos 12: 2). ¿Qué significa eso para nosotros como Metodistas Libres en el contexto actual? Ofrecemos las siguientes palabras de orientación y aliento:

  • FORTALEZCAMOS nuestra unidad como familia Metodista Libre en el amor incluso cuando el mundo en general se involucra en formas divisorias. Cuando no lo hacemos, corremos el riesgo de vernos unos a otros como oponentes o enemigos en lugar de hermanos y hermanas en Cristo. Sin lugar a duda, debemos lidiar con nuestro propio pecado y todas las formas en que nos hemos conformado a este mundo, pero lo hacemos con amor y con los recursos espirituales de la confesión, el arrepentimiento y el perdón.
  • RECORDEMOS que nuestro verdadero hogar está en un reino que “no es de este mundo” (Juan 18:36). No está mal amar a nuestra nación o participar en ella social o políticamente, pero lo hacemos como “embajadores” de otro reino (2 Corintios 5:20). Nuestra misión es representar siempre y en todas partes el reino de Dios con el coraje y la audacia que solo reciben aquellos cuya identidad y seguridad se encuentran solo en Cristo.
  • ADOPTEMOS la práctica de hablar sobre temas políticos específicos desde una perspectiva bíblica en lugar de hablarles desde las posiciones de los partidos políticos. Para aquellos que se sienten llamados por Dios para alinearse con u operar dentro de un partido político específico, hagámoslo con la convicción de que nunca debemos permitir que la lealtad al partido sustituya nuestra lealtad a Jesucristo o nuestra devoción a la verdad de la Palabra de Dios.
  • CONFESEMOS que hemos descuidado en gran medida nuestra verdadera misión de hacer discípulos a cambio de buscar preservar la cultura cristiana a través de la influencia y el poder político. Jesús se propuso transformar el mundo haciendo discípulos que hacen discípulos. Que Dios use este tiempo de confusión para ponernos de rodillas y restaurarnos a nuestra misión.

Llamado a Denunciar el Pecado Nacional y Separarnos de Cualquier Participación en Él

Respetamos el derecho de todos los ciudadanos estadounidenses a participar en manifestaciones pacíficas y reconocemos que muchos manifestantes en la gran multitud no tenían intenciones violentas y de hecho no asaltaron el Capitolio, ni apoyan los actos violentos e ilegales que se cometieron. Sin embargo, tenemos la responsabilidad como cristianos de hablar con valentía y profecía sobre los asuntos del pecado. Con respecto a los hechos ocurridos en la tarde del 6 de enero de 2020:

  • DENUNCIAMOS los actos violentos e ilegales con las mismas palabras que pronunciamos en junio pasado en medio de manifestaciones violentas en muchas de nuestras ciudades: “Si bien apoyamos el derecho de todos los estadounidenses a protestar contra actos o políticas injustas, igualmente deploramos el uso de violencia y hacemos un llamado a los Metodistas Libres para que sean agentes de paz aun cuando nos opongamos con valentía a toda forma de injusticia.
  • DENUNCIAMOS las palabras inflamatorias y divisivas y las acciones del presidente Donald Trump antes de la mañana del 6 de enero y en la mañana del 6 de enero. Su continua promoción de afirmaciones sin fundamento, junto con su negativa a denunciar inequívocamente los actos violentos e ilegales de manera oportuna, contribuyó a los eventos espantosos que ocurrieron ese mismo día.
  • DENUNCIAMOS las numerosas señales, emblemas, banderas y pancartas que desplegaron algunos manifestantes y que desfilaron por el Capitolio de nuestra nación. Deploramos esos símbolos que promueven las causas del racismo, la supremacía blanca, las sociedades secretas y otras ideologías que son totalmente incongruentes con el evangelio. Los más atroces fueron los símbolos que politizaron el evangelio y, en algunos casos, Jesucristo mismo.
  • No dejemos de escudriñar nuestro propio corazón, también renunciamos a cualquier participación personal en tal pecado y nos volvemos a Cristo en busca de Su Camino, Verdad y Vida.

Es la providencia de Dios que acabamos de lanzar El Camino Metodista Libre para un momento como este. Seamos personas de Santidad Vivificante, Justicia Impulsada por Amor, Multiplicación Impulsada por Cristo, Colaboración Intercultural y Revelación Otorgada por Dios. Aferrémonos a estos principios ahora y siempre.