Buenos Iniciadores / Malos Finalizadores

Por la Obispa Kaye Kolde 

La carta de Pablo a los Filipenses incluye este verso, que compartiré de la Biblia Amplificada porque me gusta el comentario que lo acompaña: “Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús” (Filipenses 1:6). Se enfoca en el “hasta”. Esta palabra puede traducirse como “en lo que”, y expresa el progreso hacia un objetivo e indica que llegará un momento en el que Dios terminará completamente su obra entre los cristianos filipenses.

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«… es mi esperanza y deseo que, como familia de Dios, tengamos esta hambre y esta urgencia de asirnos a Dios, así como Dios nos ha tomado a nosotros».

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Esta porción de la Escritura también me recuerda a la escritura de Pablo en Filipenses 3:12–14. “No es que ya lo haya conseguido todo o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí. Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús” (NVI).

Aunque la carta de Pablo fuera a los Filipenses, oro para que sus palabras nos animen a seguir “avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús”. Esto es un llamado a alcanzar la madurez espiritual. Pablo busca fervientemente asirse a Dios de la misma manera en que Dios lo ha tomado a él.” (Comentario de la Biblia Amplificada).

Mientras continuamos juntos en este viaje en este nuevo año, es mi esperanza y deseo que, como familia de Dios, tengamos esta hambre y esta urgencia de asirnos a Dios, así como Dios nos ha tomado a nosotros. Esto, creo yo, es el catalizador que ayudará a encender un movimiento impulsado por el Espíritu en la Iglesia Metodista Libre de los Estados Unidos y en todo el mundo; teniendo nuestras mentes intencionalmente y con propósito puestas en tomar con entusiasmo todo lo que Dios tiene para nosotros, tan feroz e intensamente como Él ha puesto su corazón y afecto en nosotros.

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«Jesús es nuestro modelo, y Él nos guía e instruye sobre cómo seguirlo».

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Resoluciones Rotas y una Vida Disciplinada

Si fuéramos honestos con nosotros mismos y nos miráramos introspectivamente, somos buenos iniciadores, pero malos finalizadores. Alrededor de cada diciembre vemos una gran cantidad de comerciales y anuncios compitiendo por nuestra atención porque las empresas saben que la mayoría de las personas tienen una resolución de Año Nuevo. Busqué en línea y encontré las “65 mejores resoluciones de Año Nuevo para 2024”. Estas resoluciones son para construir una vida saludable y feliz. El artículo afirma: “Las resoluciones alcanzables a continuación tienen como objetivo aliviar el estrés, minimizar la ansiedad (no aumentarla) y mejorar el bienestar general”.

Dije: “Apúntenme cada año”. Puedo comenzar de nuevo en enero de 2025 y también en los años siguientes, porque usualmente empiezo y para finales de enero, me rindo. Abandono. Soy bueno iniciando, pero malo finalizando.

No hay un secreto para lograr tus metas. Comienzo con la Palabra de Dios como mi guía. ¿Cuál es la meta más importante en la que debo enfocarme? Se encuentra dentro de mí y de ti. Se revela en las Escrituras y en la oración. Es vivir una vida disciplinada. Jesús es nuestro modelo, y Él nos guía e instruye sobre cómo seguirlo. Si queremos ser sus discípulos, debemos dejar todo para seguir a Cristo.

Es nuestro llamado ser sus discípulos (estudiantes), sentarnos primero y contar el costo. Te animo a leer Lucas 14:25–33. Esta porción de la Escritura nos ayuda a enfocarnos en lo que pretendemos construir, y la pregunta es: ¿Tenemos lo suficiente para terminarlo? ¿Qué escribiste en tu tablero de visión que era importante para ti? ¿Escribiste la visión, la hiciste clara en las tablas de tu corazón y luego la guardaste?

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«La única garantía en la vida es el tiempo y el cambio».

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Planificar, Cambiar y Finalizar Bien

Mientras preparaba este mensaje, estaba escuchando la enseñanza del Dr. Myles Munroe sobre el “Poder de la Planificación y el Cambio: Comprendiendo el Pensamiento Estratégico”. Él afirma: “La fuerza más poderosa en la tierra es el tiempo y el cambio”. La única garantía en la vida es el tiempo y el cambio.

Termino con varias Escrituras para que consideremos y nos animemos a finalizar bien:

Despedida de Pablo: “Yo, por mi parte, ya estoy a punto de ser ofrecido como un sacrificio, y el tiempo de mi partida ha llegado. He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe. Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me otorgará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida” (2 Timoteo 4:6–8 NVI).

“pero mi vida no vale nada para mí a menos que la use para terminar la tarea que me asignó el Señor Jesús, la tarea de contarles a otros la Buena Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios” (Hechos 20:24 NTV).

“Al probar Jesús el vinagre, dijo: —Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu” (Juan 19:30 NVI).

Que todos escuchemos: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!” (Mateo 25:21 NVI).

Finalicemos bien, mis amigos.

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