Rudy Marte
Rudy Marte es el director de multiplicación de la conferencia de la Región Sureste, en la que también se desempeñó en varios roles, incluso como miembro de la Junta de Educación y Orientación Ministerial (MEG). Anteriormente se desempeñó como pastor asociado de la Iglesia Puente de Vida en Tampa, Florida. Se graduó del Seminario Teológico de Asbury con una maestría en plantación de iglesias y estudios interculturales, de la Universidad de Logos con una licenciatura en educación cristiana, del Colegio Loyola con una licenciatura en electrónica y de Suffolk Colegio Comunitario con un título de asociado en diseño de redes y administración. Está felizmente casado con su esposa, Griselda Marte, y tienen dos hijos, Gasel y Randy.
Por Rudy Marte
En mi caminar de fe, siempre me hago esta pregunta: ¿Cómo puede el pueblo de Dios tener unidad y también colaborar juntos (para expandir el evangelio a todas las naciones tanto a nivel local como global) a pesar de nuestras diferentes culturas, idiomas, etnias y diferencias de opinión sobre cosas como justicia racial, política, asuntos sociales, etc. (Romanos 12:4-5).
El propósito de Dios (a través de Jesús y ahora a través de nosotros) es traer renovación y restauración a todo el mundo. Pero para nosotros, el pueblo de Dios para hacer esto, debemos estar unidos y usar el mismo idioma.
Nuestro enfoque debe ser vivir en unidad para que podamos cumplir la misión de Dios. La mejor vacuna que tenemos, que va a contrarrestar la división y el conflicto, es nuestra unidad en Cristo.
Mi conferencia está dirigida por el obispo Keith Cowart y el superintendente Mike McAvoy. Se llama la conferencia de la Región Sureste de la Iglesia Metodista Libre. Para que podamos cumplir nuestra misión y encender un movimiento impulsado por el Espíritu que catalice la multiplicación de líderes e iglesias, se necesita unidad y colaboración de todos nosotros.
Diversidad Intercultural
Nuestra conferencia de la Región Sureste es una conferencia multicultural/multiétnica. Estamos cumpliendo nuestra misión (lo que hacemos): “encender un movimiento impulsado por el Espíritu que cataliza la multiplicación de líderes e iglesias”. De esta manera, podemos cumplir y ser obedientes al mandato de la Gran Comisión: Hacer discípulos, desarrollar líderes, plantar iglesias y multiplicarnos (Mateo 28:19-20).
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«Algo que debemos tener en cuenta es el gran precio que pagó Jesús por nuestra salvación. Fue un regalo».
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La conferencia de la Región Sureste tiene cuatro grupos étnicos principales: haitianos, portugueses, hispanos y otros estadounidenses. Esto es ambos un gran desafío y una gran bendición para nosotros como líderes de la conferencia (Efesios 3:1–10).
La gran belleza de la diversidad intercultural es que esta diversidad significa que cada uno tenemos diversos dones y tenemos un papel único y diverso que desempeñar. Algo que debemos tener en cuenta es el gran precio que pagó Jesús por nuestra salvación. Fue un regalo. No es que nos lo hayamos ganado por méritos propios. Lo mismo ocurre con los diversos dones espirituales que Jesús nos da a cada uno de nosotros. ¡Son un regalo que Jesús nos da para que tú y yo podamos cumplir la misión de Jesús!
Lo único que tú y yo tenemos que hacer sin importar nuestra nacionalidad, cultura o lenguaje es comprometernos con Dios y unirnos a su misión para que podamos ver la unidad, la diversidad intercultural y la colaboración entre nosotros.
Colaboración Intercultural
Debemos celebrar la colaboración intercultural tanto a nivel local como nacional y mundial. Tengamos claro que cada uno de nosotros forma un solo cuerpo en Cristo, y que nuestra verdadera nacionalidad está en el cielo. Mientras estamos aquí en la tierra, nuestro objetivo es encender un movimiento impulsado por el Espíritu en la Iglesia Metodista Libre de EE. UU. y a nivel mundial con el objetivo simple de hacer discípulos, desarrollar líderes, plantar iglesias y multiplicarse.
La colaboración intercultural juega un papel muy importante; es como nos ayudamos unos a otros a crecer en las áreas más débiles para ser más como Jesús. Esto significa que nos necesitamos unos a otros para empezar a expresar la plenitud de Jesús.
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«Debemos colaborar para que el reino de Dios pueda seguir multiplicándose».
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Cada uno de nosotros puede tener una cultura y un idioma diferentes. Este es la belleza de la colaboración intercultural. Debemos colaborar para que el reino de Dios pueda seguir multiplicándose, y nos mantendremos llenos de alegría y confianza que un día todos estaremos ante el trono de Dios (Apocalipsis 7:9-12).
Multiplicación
“Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1:8).
Este versículo nos ayuda, nos da confianza y nos motiva a ver cómo 12 hombres hace más de 2000 años crearon un movimiento revolucionario. Y nos ayuda aún más darnos cuenta de que hoy en día hay más de 2 mil millones de cristianos en todo el mundo. ¡Ese mismo Espíritu Santo habita en todos nuestros corazones hoy!
La triste realidad es que no hemos podido identificar movimientos claros de hacer discípulos en nuestro país en este momento. Multiplicar discípulos nos anima a mirar hacia atrás en busca de herramientas para el futuro y nuestro gran deseo de plantar iglesias y multiplicarnos.
Si queremos volver a ver movimientos verdaderamente revolucionarios de hacer discípulos dentro de las iglesias de América del Norte, debemos crear una cultura de hacer discípulos. Con más de 350 idiomas, Estados Unidos se ha convertido en la nación más multicultural/multiétnica del mundo. Esta es una gran noticia, pero también un gran desafío para pastores y líderes.
Uno de los grandes problemas que enfrentamos en los Estados Unidos es que los pastores y líderes deben aprender a salir de las cuatro paredes de las iglesias y salir de sus zonas de comodidad y llegar a sus respectivas comunidades. Los pastores deben aprender a dar oportunidades a sus discípulos y líderes y permitirles cometer errores en el proceso de plantar y multiplicar iglesias.
Tristemente, hemos confundido la misión de Jesús, ir y hacer discípulos, con haciendo nada. La misión de Jesús es más que predicar los domingos y dar un estudio bíblico los miércoles por la noche (no digo que no sean parte de la misión de Jesús). Es hora de que despertemos y entendamos que la misión de Jesús es mucho más que eso. Es holística.
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«Jesús se preocupó por ayudar, sanar y satisfacer las necesidades de las personas física, mental y espiritualmente».
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Una misión holística es aquella que se ocupa del cuerpo, la mente y el espíritu de los seres humanos. Jesús se preocupó por ayudar, sanar y satisfacer las necesidades de las personas física, mental y espiritualmente. Invierte tiempo con la gente. Jesús fue intencionalmente al encuentro de los leprosos, los pobres, la prostituta y otras personas necesitadas.
Si queremos ver la multiplicación:
- Debemos ser muy intencionales y relacionales cuando nos juntamos con hermanos y hermanas de otros países o aquellos que no hablan nuestro idioma.
Demostrémosles nuestro amor, seamos hospitalarios y, sobre todo, seamos humildes. Debemos aprender a servir y no ser servidos. Cuando aprendamos a vivir en unidad y conocimiento de otra cultura y en colaboración con ellos, sin duda, ¡seremos mejores!
- Debemos darnos cuenta de que la iglesia no es un edificio.
Somos tú y yo. Es lo que somos. La iglesia que Jesús diseñó es para ti y para mí para hacer un impacto y traer transformación a nuestro vecindario, comunidades y alrededor del mundo.
- Sigamos el ejemplo de Jesús que no se enfocó en las multitudes.
Jesús se enfocó en 12 personas, Sus discípulos, quienes fueron transformados personalmente y lo suficientemente comprometidos con la causa como para estar dispuestos de una forma u otra a poner sus vidas al servicio del evangelio.
Deja los Muros
Si queremos ver una continua multiplicación de discípulos, debemos ser muy intencionales con las personas que estamos discipulado. Hoy muchas iglesias están muriendo y cerrando sus puertas por falta de relaciones profundas con nuevas personas y sus comunidades. Para plantar iglesias y multiplicarlas, debemos dar prioridad a un buen programa de discipulado que comparta la identidad de la iglesia, y debemos llegar a nuestras comunidades. ¡Para hacer eso debemos salir de estas cuatro paredes!+
Rudy Marte
Rudy Marte es el director de multiplicación de la conferencia de la Región Sureste, en la que también se desempeñó en varios roles, incluso como miembro de la Junta de Educación y Orientación Ministerial (MEG). Anteriormente se desempeñó como pastor asociado de la Iglesia Puente de Vida en Tampa, Florida. Se graduó del Seminario Teológico de Asbury con una maestría en plantación de iglesias y estudios interculturales, de la Universidad de Logos con una licenciatura en educación cristiana, del Colegio Loyola con una licenciatura en electrónica y de Suffolk Colegio Comunitario con un título de asociado en diseño de redes y administración. Está felizmente casado con su esposa, Griselda Marte, y tienen dos hijos, Gasel y Randy.
