Los obispos reflexionan y miran hacia el futuro

por Jeff Finley

Han pasado muchas cosas en los dos años desde que Linda Adams, Keith Cowart y Matt Whitehead fueron elegidos los nuevos obispos de la Iglesia metodista libre de EE. UU. A mitad de camino de su mandato inaugural de cuatro años, los tres líderes se tomaron un tiempo para una conversación sincera con Brett Heintzman, el director de Comunicaciones de la denominación, para el pódcast de Luz y vida.

“Realmente disfrutamos trabajando juntos. Reímos mucho y ocasionalmente también lloramos juntos”, dijo Whitehead. “Sentimos que el Espíritu Santo nos dio este tiempo estratégicamente para tener todo el impacto que podamos”.

Sus colegas estuvieron de acuerdo.

“Los tres simplemente tenemos una sensación asombrosa y humilde de que Dios nos ha elegido para dirigir la iglesia en un momento como este. Obviamente, estos han sido años desafiantes solo por los eventos que han sucedido en nuestro país y en el mundo”, dijo Adams. “Ha sido un tiempo de crecimiento espiritual y de aprender a apoyarse en Jesús, aprender a colaborar unos con otros de manera profunda. Este año insistí mucho en el Salmo 1 sobre ser como un árbol plantado junto a la orilla de un río. Eso describe a la persona cuyo deleite está en la ley del Señor y, en Su ley, la persona medita día y noche”.

Los obispos encontraron un espacio inesperado en sus horarios cuando la pandemia de COVID-19 detuvo sus viajes. Si bien los viajes dentro de EE. UU. finalmente se reanudaron, los vuelos internacionales siguen siendo difíciles.

“Definitivamente nos paró en seco. Los tres estábamos corriendo a 90 millas por hora en tres direcciones diferentes los primeros cinco meses y luego, de repente, todo se detuvo”, dijo Cowart, quien agregó que los obispos han podido pasar más tiempo juntos posando su mirada atenta sobre la FMCUSA. “Nos encanta la Iglesia metodista libre de EE. UU. y estamos agradecidos por esta temporada que Dios nos ha dado para enfocarnos realmente en las necesidades aquí en casa”.

Whitehead dijo que “pausa forzada por el COVID” les ha dado a los obispos una oportunidad única, “diferente a todo lo experimentado por las juntas de obispos anteriores y nos permitió a los tres realmente centrarnos en mirar el panorama general y preguntarnos qué significa ser metodistas libres”. 

El tiempo que tuvieron los obispos para la reflexión y un mayor diálogo con los superintendentes y otros líderes llevó a la formulación de El Estilo Metodista Libre, el cual articula valores fundamentales como la santidad vivificante, la justicia impulsada por amor, la multiplicación impulsada por Cristo, la colaboración intercultural y la revelación otorgada por Dios.

“Hemos estado pensando mucho, elaborando estrategias, planificando y orando sobre cómo avanzamos juntos y cómo este movimiento, que tiene más de 160 años, mantiene la vitalidad de nuestros fundadores”, dijo Whitehead, quien agregó que los metodistas libres deben, al mismo tiempo, “enfocarse en el futuro y la expansión del reino de Dios y este ámbito que Dios nos ha dado para supervisar”.

Han surgido nuevos desafíos para los obispos y para los líderes locales y de conferencias. Además de la pandemia y el debate sobre las restricciones, el año pasado se intensificaron las tensiones raciales y las divisiones políticas. A medida que la nación entera parecía polarizarse cada vez más, parte del debate afectó a congregaciones individuales.

“Sin lugar a duda, fue un gran desafío, y parecía que una cosa se acumulaba sobre la otra”, dijo Cowart. “Nuestros pastores y nuestros superintendentes enfrentaron desafíos que eran muy difíciles y estamos increíblemente agradecidos por el liderazgo que surgió de nuestras iglesias y nuestros superintendentes”.

La formulación de nuestros valores de toda la vida ha contribuido a la unidad en la iglesia durante un tiempo de división en nuestra nación. Esto ha llevado a “una confianza llena de gracia que reconoce que somos un pueblo del reino y que somos parte de la gran familia de Dios en todo el mundo, pero hay algo especial en nuestra tribu de fe”, afirma Adams.

“La recepción de El Estilo Metodista Libre ha sido simplemente asombrosa. Ha reunido a personas que se consideran tradicionalistas y anticuadas, con personas que se inclinan más hacia lo que creen que son cuestiones y temas progresistas”, declaró. “La verdad es que el Señor nos ayudó a trazar una vía media o un camino superior, que no se posiciona en un lado u otro de todo tipo de problemas, sino que realmente encuentra ese lugar que Jesús ha señalado para la Iglesia metodista libre”.

El Estilo Metodista Libre refleja las creencias de la denominación al mismo tiempo que ayuda a los metodistas libres a aspirar a encontrar nuevas oportunidades para vivir valores como la justicia impulsada por el amor.

“Como cristianos bíblicos, la justicia es un tema que no podemos ignorar. Las Escrituras hablan continuamente sobre la justicia una y otra vez”, explicó Cowart. “Para algunas personas, la palabra justicia en sí misma significa algo social y desprovisto de las Escrituras, y simplemente no estamos dispuestos a aceptar eso. No podemos renunciar a la idea bíblica de justicia”.

Cowart dijo que uno de los asuntos en los cuales la consideración de la justicia ha sido “particularmente dolorosa es la cuestión de la raza… El año pasado dejó en evidencia que hay un verdadero dolor en nuestro movimiento en torno al tema de la raza; hay una verdadera controversia en nuestro movimiento en torno a eso. Podemos esconder la cabeza en la arena o podemos caminar en ese terreno difícil y decir: ‘Señor, ayúdanos a comprender más plenamente, más completamente, lo que significa ser uno en Cristo, sin dejar de ser también diferentes’”.

Los obispos están trabajando con el consultor Tali Hairston, exdirector del Centro John Perkins de la Universidad de Seattle Pacific, para explorar cómo la iglesia puede participar en la reconciliación racial con congregaciones en diferentes contextos culturales. Hairston “ha hablado de extender una invitación a emprender un camino, en lugar de crear un programa único para todos que simplemente se asigne a cada iglesia”, dijo Cowart. “Es una invitación a iniciar un camino honesto y auténtico en el que realmente nos escuchemos unos a otros, intentemos entendernos y aprendamos unos de otros en el proceso”.

Adams dijo que los obispos han comenzado “a pensar en un cambio de imagen, tanto en términos de nuestra identidad verbal como de nuestra identidad visual”. Comentó que los obispos están consultando con otros mientras buscan nuevas expresiones en el siglo XXI sin dejar de ser fieles a las raíces del metodismo libre. Los cambios visuales posiblemente podrían incluir el logotipo denominacional junto con las fuentes y los esquemas de color.

Liderazgo compartido

El liderazgo y la implementación no se limitan a la oficina de la Junta de Obispos, y los obispos buscan identificar a personas clave en el ministerio y llevarlos al liderazgo.

“Debido a que hemos tenido la oportunidad de hacer un reinicio y pasar mucho tiempo juntos pensando en nuestro futuro, hemos reconocido que los tres realmente necesitamos que otras personas clave se unan a esta labor para poder vivir en el futuro las cosas de las que hemos estado hablando y para que los metodistas libres nos convirtamos en lo que Dios quiere que seamos por Su gracia”, dijo Whitehead. “Una de las cosas que nos entusiasman mucho a los tres es realmente una nueva comprensión de lo que llamamos el Equipo de Liderazgo Ejecutivo. En el transcurso de estos meses, mientras pensamos en nuestro futuro, creemos que Dios nos ha llamado a hacer algunas contrataciones realmente específicas”.

Cowart dijo que los obispos “están tratando de identificar a las personas que han demostrado excelencia en estas áreas en particular para pedirles que nos ayuden a influir en toda la familia metodista libre al traer sus habilidades y su experiencia a la mesa”. 

A medida que la iglesia persigue la multiplicación impulsada por Cristo, Whitehead dijo que los obispos “sintieron que teníamos que tener a alguien que tenga experiencia comprobada en la multiplicación, por lo que acabamos de anunciar en las últimas semanas que los Dres. Larry y Deb Walkemeyer de la iglesia de Long Beach en la conferencia Reach se unen a nosotros en este Equipo de Liderazgo Ejecutivo”.

Los obispos están finalizando una descripción del trabajo para un miembro del equipo que se concentraría en la justicia impulsada por el amor. Whitehead dijo que la justicia incluye áreas de raza, etnia y género, incluido “el papel de las mujeres en nuestra familia ministerial. Desde el principio, hemos sido un grupo que cree en el pleno empoderamiento y la ordenación de las mujeres”.

Otros miembros clave del equipo de liderazgo son Heintzman, Gerald Coates (director de Defensa Global de la Iglesia), Mark Dowley (director de Operaciones) y Steve Tungate (director de Formación Pastoral).

Adams dijo que los miembros del equipo se llamarán “catalizadores estratégicos” porque en lugar de ser superhéroes haciendo el trabajo solos, ellos “trabajarán con personas en todas nuestras redes que ya, desde el nivel de base, se preocupan por estas diversas cosas”.

Los obispos esperan que surjan grupos a nivel de conferencia para defender los valores de El Estilo Metodista Libre, y creen que los superintendentes son esenciales para la implementación exitosa de estos valores.

“Una de las cosas de las que nos hemos dado cuenta es del increíble poder y talento de nuestros superintendentes. Los “catalizadores estratégicos” de justicia, multiplicación y ministerios globales acompañarán a cada una de nuestras conferencias y a cada uno de nuestros superintendentes para vivir este compromiso con el Estilo Metodista Libre”, dijo Whitehead. “Los tres estamos realmente animados por tener a otras personas en la mesa de liderazgo con nosotros mientras pensamos en lo que significa no solo vivir la visión que Dios nos ha dado, sino implementarla día a día y mes a mes”. 

Conexiones globales

La mayoría de los metodistas libres (aproximadamente el 94%) vive fuera de los Estados Unidos, y sus experiencias les han brindado perspectivas valiosas.

“La iglesia es fuerte en todo el mundo. La Iglesia metodista libre ha crecido sustancialmente. Hay mucho que podemos aprender”, dijo Cowart. “Uno de los fuertes de nuestra iglesia global es su respuesta al sufrimiento, las dificultades y las situaciones adversas para vivir el evangelio. Muchos de los metodistas libres alrededor del mundo están viviendo en lugares donde ser cristiano significa ser perseguido. El sufrimiento es normal. Es solo una parte de su vida diaria… Ellos no están discutiendo sobre el uso de las mascarillas o las restricciones por la pandemia. Están haciendo todo lo que sea necesario para estar saludables y continuar alcanzando a su mundo con el evangelio de Jesucristo”.

Una forma de apoyar a los metodistas libres globales es a través del Fondo de Respuesta a Crisis de los Obispos. Whitehead dijo que los metodistas libres han donado un millón de dólares a través del fondo y de ICCM en el último año para alimentos, atención médica y otro apoyo para la iglesia en todo el mundo, y las necesidades han aumentado debido a la pandemia de COVID-19.

“Si bien celebramos ese millón de dólares, también tendríamos que ser honestos y decir que el Fondo de Respuesta a Crisis de los Obispos está en el punto más bajo en el que ha estado durante mucho tiempo”, aclaró Whitehead. “Hacemos un llamado a los metodistas libres con espíritu de generosidad para que contribuyan; el 100% de cada dólar que das al BCRF se destina directamente a las necesidades”.

Apoyo de oración

Los obispos expresaron su agradecimiento por las oraciones de los metodistas libres.

“En cada conferencia anual en la que estuve, la gente se acercó y dijo: ‘Estamos orando por ustedes. Oramos por ustedes todos los días’”, dijo Whitehead. “Solo quiero decirle a la iglesia: ‘Muchas gracias por sus oraciones, su apoyo y su aliento. Eso lo sentimos… Estamos muy agradecidos por las formas en que el Señor está obrando en esta iglesia que amamos y, por la gracia de Dios, nos dirigimos hacia un futuro de expansión del reino”.

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