Rachel Kinley

Rachel Kinley

Rachel Kinley es desarrolladora independiente de productos para SEED Livelihood Network y otras organizaciones de comercio justo. Le encanta aprender de los artesanos y líderes comunitarios de todo el mundo. Vive en Portland, Oregon, con sus dos hijos. Disfruta de explorar el bosque y las pozas de marea.

por Jeff Finley

“El viaje no ha sido fácil, pero siempre me digo a mí misma: ‘Estaba en el pozo, pero el Señor envió ayuda’. Sé que mi historia no terminará en cenizas, sino en testimonio” (Yvonne Mtafuta).

Cuando tenía doce años, Yvonne estaba fuera de la puerta del salón de clases tratando de escuchar a la maestra mientras esperaba que su ropa terminara de gotear después de su larga caminata a la escuela bajo la lluvia. Se sintió agradecida de que el portero de la escuela la dejara entrar a pesar de que llegaba muy tarde. Pensó en su mamá, que estaba en el trabajo y tenía puesto un pañuelo alrededor de la cabeza para tratar de cubrir los moretones en su rostro. Las palabras abusivas de su padre le resonaban en los oídos y trató de hacerlas a un lado y concentrarse en aprender a pesar de haber dormido muy poco.

Como niña patrocinada por ICCM, Yvonne estaba muy agradecida por la oportunidad de ir a la escuela. Oraba por sus padrinos todos los días y sabía que también estaban orando por ella.

Durante los siguientes años, mientras el padre de Yvonne pasaba de un trabajo a otro, el ciclo de abuso y estrés continuó. Ella hacía todo lo posible para tener un buen desempeño en la escuela, pero se preocupaba constantemente por su familia y se sentía avergonzada de los resultados de sus exámenes.

Un día, cuando tenía diecinueve años, oró: “Señor, ¿qué clase de vida es esta? ¡Por favor, ayúdanos!”. En ese momento, la invadió un espíritu de audacia y decidió actuar. Después de buscar un poco, encontró una casa en alquiler y, mientras su padre estaba en el trabajo, ella convenció a su madre de hacer las maletas y marcharse con sus dos hermanas menores.

Ese mismo día, su papá le escribió un mensaje a su mamá amenazando con matarla cuando él llegara a casa esa noche. No se había dado cuenta de que ellas ya no estaban.

Después de que Yvonne se graduó, una líder de su iglesia llamada Neddy Dingili la animó a ser maestra voluntaria de la escuela dominical mientras pensaba cuál sería su siguiente paso en la vida. Ella asintió de mala gana. Quería ayudar, pero no confiaba en su capacidad para enseñar. Poco a poco, comenzó a darse cuenta de sus habilidades especiales como maestra. Tenía compasión por los niños, entendía los desafíos diarios que enfrentaban y encontró formas de animarlos y fortalecerlos.

Yvonne decidió obtener su certificado de maestra y se convirtió en maestra en la Escuela primaria Pendo. Trabajó allí durante seis años y comenzó un programa de cuidado extraescolar para niños que están en riesgo mientras sus padres están en el trabajo.

Alrededor de la época en que Yvonne comenzó a enseñar, conoció a Vickie Reynen en la iglesia. “Vickie fue una mentora enviada por Dios”. En 2015, trabajaron con otras mujeres de la iglesia para iniciar el grupo de defensa Thrive. Yvonne floreció en el compañerismo y la seguridad del grupo, ya que se reunían regularmente para orar y apoyarse unas a otras.

En la actualidad, Thrive colabora con Set Free para educar a las estudiantes de las escuelas de ICCM en Kenia sobre la violencia de género y cómo protegerse de la trata de personas y otros abusos. Enseñan a las niñas cómo permanecer en la escuela con la ayuda de los kits de higiene menstrual de Wunders, que se fabrican localmente en asociación con SEED y TWK. Yvonne también trabaja para TWK para realizar un seguimiento de los ahorros y préstamos de los miembros.

“Es una alegría poder mantener a mi familia con mi trabajo”, dijo Yvonne. “Sé que mi historia no terminará en cenizas, sino en testimonio y dará esperanza a otras personas con el corazón roto. Tal vez alguien necesite escuchar esto: ‘El Señor siempre provee y nunca te dejará’”.

“He perdonado a mi papá. Mi corazón está sano y soy libre para elevar a otros y ayudarlos a prosperar”.

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Rachel Kinley

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Rachel Kinley es desarrolladora independiente de productos para SEED Livelihood Network y otras organizaciones de comercio justo. Le encanta aprender de los artesanos y líderes comunitarios de todo el mundo. Vive en Portland, Oregon, con sus dos hijos. Disfruta de explorar el bosque y las pozas de marea.