Jeff Finley

Jeff Finley

Editor Ejecutivo de Luz y Vida

Jeff Finley es el editor ejecutivo de Luz y vida. Se unió al equipo de Luz y vida en el 2011 después de doce años de trabajo en reportajes y edición para Sun-Times Media. Es miembro de la Iglesia metodista libre John Wesley, en la que su esposa, Jen, funge como la pastora principal.

por Jeff Finley

Indianápolis puede parecer el lugar menos probable para plantar una nueva iglesia. La ciudad natal del Free Methodist World Ministries Center (Centro de Ministerios Mundiales Metodista Libre) tiene la mayor cantidad de iglesias per cápita de cualquier gran ciudad en los Estados Unidos, de acuerdo con el sitio web de bienes raíces Property Shark. Indianápolis tiene “un lugar religioso por cada 289 personas”. Seattle se sitúa en segundo lugar, a cierta distancia, con un lugar de culto por cada 482 personas.

Antes de la pandemia COVID-19, con frecuencia recibía cartas o postales invitándome a asistir a una nueva iglesia en el área de Indianápolis. Al parecer, la plantación de nuevas iglesias se ha detenido un poco ahora, pero los miembros de un grupo local de Facebook continúan cuestionando si el área necesita más iglesias. ¿Por qué iniciar congregaciones en centros comerciales, clubes de salud, escuelas o salas de cine cuando ya hay tantas iglesias? ¿Por qué los plantadores de iglesias de Indianápolis no van, en su lugar, a Los Ángeles, que tiene un lugar religioso por cada 1652 personas, o Las Vegas, que tiene uno por cada 2841 personas?

Bueno, según el Public Religion Research Institute, el 19% de los residentes de Indianápolis no tienen afiliación religiosa, el mismo porcentaje que en la ciudad de Nueva York, que tiene un lugar religioso por cada 1353 personas. Aunque Seattle es el número dos en iglesias per cápita, también es el número dos en la cantidad de residentes sin afiliación religiosa (33%). En Portland, la ciudad con menor afiliación religiosa, el 42% de los residentes no se identifican con ninguna fe.

Incluso en las ciudades del sur de Estados Unidos, también conocidas como el “cinturón bíblico”, hay mucha gente que no se identifica con ninguna fe: el 18% de los residentes en Atlanta, Dallas, Houston y Orlando; el 17% en Charlotte; y el 15% en Nashville.

Las estadísticas anteriores no se refieren únicamente a la fe cristiana. Muchas personas asisten a servicios semanales en lugares de culto que no reconocen estas palabras de Jesucristo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar hasta el Padre si no es por mí” (Juan 14:6).

Incluso las áreas con más iglesias (urbanas, suburbanas o rurales) incluyen a numerosas personas que mueren sin conocer a Jesús como su Salvador. No es de extrañar que Jesús les dijera a sus discípulos: “La cosecha es grande, pero los obreros son pocos. Así que oren al Señor que está a cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus campos” (Mateo 9:37-38).

La identificación como cristiano no significa que una persona siga el principio bíblico de “no dejar de congregarse” (Hebreos 10:25), ya sea en persona o en línea. Según las estadísticas prepandémicas del Pew Research Center, solo el 44% de los que se identifican a sí mismos como cristianos asisten a la iglesia al menos una vez a la semana. En 2019, la firma de encuestas Gallup halló que “el porcentaje de estadounidenses que informan pertenecer a una iglesia, sinagoga o mezquita está en un mínimo histórico, con un promedio del 50%”.

El Estilo Metodista Libre incluye un compromiso con la Multiplicación Impulsada por Cristo. Nuestros obispos nos recuerdan que esta multiplicación no se trata solo de plantar iglesias (aunque eso es parte de este valor). Todo cristiano debe estar construyendo relaciones con personas que aún no conocen a Cristo. Después de todo, “el enfoque de Jesús en el discipulado fue principalmente relacional por cuanto Él dedicó la mayor parte de su tiempo a unos pocos con la expectativa de que ellos seguirían su ejemplo. Su objetivo no era solamente la transmisión de información, sino también la transformación de vidas por medio del empoderamiento de aquellos que le seguían para hacer lo que Él había estado haciendo. Su misión es ahora nuestra misión. Creemos que este movimiento redentor de la multiplicación se aplica a cada creyente y debe permear nuestra cultura metodista libre en todos los niveles: los creyentes alcanzando a los no creyentes, los discípulos haciendo discípulos, los líderes desarrollando líderes, las iglesias plantando iglesias y los movimientos formando movimientos”.

Es posible que la multiplicación no tenga el mismo aspecto en 2021 que en el pasado. El Estilo Metodista Libre nos recuerda que, independientemente de los cambios sociales, todavía debemos trabajar para “ver cómo el reino de Dios se expande exponencialmente mientras las personas comunes y corrientes son equipadas por el poder de Dios para hacer cosas extraordinarias”. Es posible que la gente no visite el edificio de la iglesia en estos días, pero pueden conectarse con una nueva iglesia o con una congregación de 150 años viendo un servicio en YouTube o respondiendo a una publicación patrocinada en Facebook.

Si bien los esfuerzos en línea son importantes para llegar a personas sin conexiones previas con una iglesia, la mejor manera de atraer a nuevas personas al cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:12-13) puede ser que observen a un amigo o a un miembro de la familia cuya vida se transforma o cuya fe sobrevive a una tragedia personal. Si queremos ver la multiplicación, debemos recordar esto: “Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes” (1 Pedro 3:15).

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Editor Ejecutivo de Luz y Vida

Jeff Finley es el editor ejecutivo de Luz y vida. Se unió al equipo de Luz y vida en el 2011 después de doce años de trabajo en reportajes y edición para Sun-Times Media. Es miembro de la Iglesia metodista libre John Wesley, en la que su esposa, Jen, funge como la pastora principal.