Por Jeff Finley
Hace unos años en algunas reuniones Metodistas Libres, la pastora principal de la Iglesia Arbor, Kaye Kolde, comenzó a escuchar que otras personas se referían a ella como una líder joven en la habitación. Los comentarios la sorprendieron porque tenía más de 40 años en ese momento.
“Empecé a preguntar, ‘¿Cuáles son las estadísticas de nuestro liderazgo? ¿Cuántos líderes tenemos menores de 40 años en la denominación?’”, dijo Kolde en un nuevo episodio “del Podcast Luz Y Vida” en respuesta a una pregunta del presentador Brett Heintzman sobre el mayor desafío que enfrenta la Iglesia Metodista Libre como denominación. Agregó que “estaba muy sorprendida al descubrir que esos porcentajes eran muy bajos, por lo que creo que parte de nuestro desafío es pasar a una nueva generación de liderazgo y cómo se verá la iglesia construyendo sobre lo que hemos tenido, pero no restringida por lo que hemos tenido”.
Señaló que cuando comienza un movimiento, “el Espíritu Santo a menudo está guiando de maneras inesperadas y sorprendentes”. Cuando el movimiento se formaliza y los sistemas se desarrollan, pueden formarse impedimentos. Ella cree que los metodistas libres enfrentan el desafío de “tomar nuestra increíble historia, que incluso comienza con el metodismo wesleyano y luego pasa a B.T. Roberts y la fundación de la Iglesia Metodista Libre, estas cosas que crearon movimiento” y “para continuar y replicar” con “las cosas que son distintivas de nosotros como Metodistas Libres siendo una base para la libertad de movernos nuevamente”.
Kolde es ahora uno de los ocho nominados a obispo de la Iglesia Metodista Libre de EE. UU. siendo considerada por los delegados que votarán durante la Conferencia General 2023, que se llevará a cabo del 25 al 28 de julio en Orlando, Florida. Según el Libro de disciplina de la denominación, “La Conferencia General elegirá por votación a dos o más presbíteros viajantes como obispos para servir como supervisores pastorales de varias áreas de la denominación que constituirán la Junta de Obispos. … El número de obispos a ser elegidos será establecido por acción de la Conferencia General y permanecerá vigente hasta que sea modificado por una acción posterior a la Conferencia General”.
Cuando se le preguntó qué la emociona de ser potencialmente elegida como obispo, Kolde respondió: “Lo primero que me viene a la mente con esa pregunta es que estoy emocionada de trabajar con tantos líderes, pastores y personas increíbles en diferentes aspectos del ministerio metodista libre. Es muy energizante para mí trabajar con otros líderes y personas que están invirtiendo tanto en la iglesia”.
Se describió a sí misma como “una líder colaboradora. Me gusta trabajar en equipos de personas, e incluso estar con el grupo durante las reuniones de la Junta de Administración o del Equipo de Liderazgo del Superintendente recientemente fue muy energizante para mí, porque me siento alentada por todas esas personas que invierten en la denominación”.
Cuando se le preguntó acerca de los desafíos del liderazgo, Kolde dijo que está “programada como líder apostólica, lo que significa que creo que Dios me guía, me alienta y me empodera por medio de Su Espíritu para comenzar cosas nuevas o asumir nuevos desafíos, y esas cosas nuevas son siempre con una visión de la fructificación del reino y la expansión del reino en mente”. Agregó que “muchas personas no están conectadas de la misma manera, por lo que tengo que ser muy consciente y sensible con aquellos que no ven eso y lo que sienten es el dolor del cambio, y soy muy consciente de que muchos cambios llevan el dolor de las personas a diferentes niveles. Tengo que ser muy sensible, y tengo que ser muy, muy intencional acerca de comunicar la visión y seguir alentando a las personas a que hay un por qué detrás de esto que glorifica a Dios, y que nos dará vida a nosotros y a los demás”.
Verdad y amor
Heintzman le preguntó a Kolde si ella está “totalmente alineada con nuestra ética sexual tradicional: esta creencia de que el matrimonio y la unión sexual están reservados para un hombre y una mujer”, y “¿cómo aprendemos a amar a nuestro prójimo independientemente de la orientación sexual y, sin embargo, ministrar la verdad del evangelio?
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«Nuestro deseo de santidad incluye una ética sexual completa».
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“Sí, me alineo completamente con la perspectiva de la Iglesia Metodista Libre, y algunos de mis amigos en otras denominaciones y movimientos me han desafiado y cuestionado sobre esto, y siento que he examinado las Escrituras, he tenido relaciones, hecho otras lecturas, y todavía vuelvo a la perspectiva que tenemos en la Iglesia Metodista Libre que define el matrimonio como un pacto entre un hombre y una mujer”, respondió Kolde. “Nuestro deseo de santidad incluye una ética sexual completa. No se trata solo de las relaciones LGBTQ, sino de todas las partes de la sexualidad humana que se someten al Señorío de Jesús y buscan la santidad y la integridad en eso”.
Ella espera que aumenten los desafíos a la postura de la denominación.
“Sabemos que el evangelio será ofensivo para algunos. Ese llamado a la santidad será ofensivo para algunos, pero al mismo tiempo, a menudo hemos fallado en ser amorosos. A menudo no hemos entendido lo que requiere el celibato de las personas atraídas por personas del mismo sexo para realmente apoyarlas y caminar con ellas”, dijo Kolde, quien señaló que diferentes personas tienen diferentes problemas sexuales. “A veces hablamos de personas que estarían en esta categoría de LGBTQ o más, y los agrupamos en un grupo cuando en realidad hay una gran variedad de personas involucradas, y la iglesia necesita tener respuestas diferentes en eso”.
Señaló que “aquellos que se considerarían seguidores de Jesús y atraídos por personas del mismo sexo están haciendo sacrificios por la santidad cuando se comprometen con el celibato que yo nunca tendré que hacer como alguien que puede casarse con el amor de mi vida y tener esa parte de nuestra relación. … Quiero honrar y apoyar a aquellas personas que están haciendo ese tipo de compromiso sacrificial con Jesús para sacrificar esa parte de sus vidas para ser santos”.
Futuro Metodista Libre
Cuando se le preguntó cuál ve como el futuro preferido de la denominación, Kolde dijo que ve una “Iglesia Metodista Libre que comienza a representar el reino de Dios con más diversidad y no solo diversidad étnica, racial o de género, sino también en lo que nuestras iglesias cómo se ven —las expresiones de la iglesia y la forma en que se contextualizan en entornos urbanos y rurales y con diferentes grupos étnicos o raciales. Creo que va a ser un hermoso reflejo del reino que estamos creciendo”.
Ella no espera que la Iglesia Metodista Libre “se vea igual y opere de la misma manera en todas las áreas de nuestro país”, pero sí “piensa que vamos a estar unificados bajo nuestras cosas distintivas como El Estilo Metodista Libre, que realmente aprecio. Saber quiénes somos como uno con esa unidad nos permite nuestra diversidad y la capacidad de florecer en diferentes lugares”.
Heintzman preguntó si Dios le ha dado “visiones, sueños o palabras con respecto a su llamado a decir sí a ser considerada como candidata y para la iglesia en general”. Kolde respondió que la frase “nueva vida” lleva varios años en sus labios.
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«¿Cómo lideramos realmente como personas dependientes del Espíritu en la gran familia de la Iglesia Metodista Libre?»
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“Cuando la gente me pregunta, ‘¿Por qué puedo orar, por ti, por tu iglesia, por la Iglesia Metodista Libre, nueva vida es siempre la frase que está ahí”, dijo? “Para el futuro de la Iglesia Metodista Libre, ese movimiento impulsado por el Espíritu que esperamos catalizar traerá nueva vida de formas inesperadas. Creo que cualquiera que espere tener un plan de cinco puntos para catalizar un movimiento impulsado por el Espíritu podría estar adelantándose al Espíritu Santo”.
Señaló que ha estado orando: “¿Cómo lideramos realmente como personas dependientes del Espíritu en la gran familia de la Iglesia Metodista Libre?” Añadió: “Otra cosa a la que he vuelto una y otra vez en momentos de oración, donde realmente escucho al Señor, es la frase ‘guiar, no proteger’”.
Surgen problemas sociales y políticos que pueden tentarnos a centrarnos en la defensa en lugar del ataque. Si bien la denominación debería “guiar constantemente” a las iglesias locales “de acuerdo con nuestra doctrina, nuestros distintivos, nuestra base, con la revelación otorgada por Dios, la Palabra y el Espíritu”, dijo Kolde, “si estamos continuamente tratando de proteger las cosas, creo que impedimos el movimiento del Espíritu.”
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