Vivificados en Cristo: Del Día de la Barrido de Tumbas hasta el Día de la Resurrección

Por Daisy Zhao

“¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para que tengamos una esperanza viva ^y recibamos una herencia que no se puede destruir, contaminar o marchitar. Tal herencia está reservada en el cielo para ustedes” (1 Pedro 1:3-4).

Ching Ming

“Una llovizna cae como lágrimas en el Día de Luto;

El corazón del doliente se va a romper en su camino”.

Estos versos de un poema chino clásico describen la tristeza del Día de Barrido de Tumbas, también llamado Ching Ming, que es el viernes 4 de abril de este año.

Los chinos caminan por las calles desconsolados al pensar en sus seres queridos fallecidos. Para asegurarse de que el difunto no sea torturado, sino que pueda disfrutar de una buena vida en la clandestinidad, la gente quema villas de papel, fotos del último modelo de iPhone o dinero falso con la esperanza de que sus difuntos reciban estos regalos en el inframundo para vivir en la riqueza y la superioridad.

Repiten esta práctica todos los años. No solo experimentan tristeza por la pérdida de seres queridos, sino también miedo a su propia muerte, ya que la esperanza no se encuentra en ninguna parte. Se preguntan: “¿Por qué no compensar la desesperanza y la impotencia con nuestros esfuerzos por enviar al difunto riquezas ilusorias?”

Día de Resurrección

Durante la misma temporada que Ching Ming, los cristianos celebran el Día de la Resurrección de Jesucristo. Jesús murió, pero resucitó de entre los muertos. ¡Su tumba está vacía!

Debido a que Él vive, celebramos un día brillante y feliz en lugar de uno sombrío y triste. Nuestra felicidad no implica que no estemos de luto por nuestros seres queridos fallecidos. La diferencia es que la desesperación es reemplazada por la esperanza, y el miedo por la paz.

Oración

¡Padre Celestial, gracias por sacarnos del abismo del miedo y la desesperación, y darnos esperanza de la resurrección de Jesucristo, la esperanza viva de una nueva vida!

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